La muerte de dos jóvenes reactivó los disturbios en París

Los incidentes comenzaron en la noche del domingo tras la muerte de adolescentes de 15 y 16 años. Viajaban en una motocicleta y colisionaron con un coche policial en el barrio Villiers-le-Bel.

París (dpa) – Al menos 25 policías y un bombero resultaron heridos en los disturbios protagonizados por bandas juveniles en varios suburbios parisinos tras la muerte de dos adolescentes al chocar su moto contra un coche policial, informaron hoy fuentes policiales.

Docenas de jóvenes reaccionaron atacando dos comisarías de policía, saqueando tiendas, rompiendo ventanas y quemando automóviles a última hora del domingo, en disturbios que recordaron a los de noviembre de 2005, que se extendieron a los barrios pobres de toda Francia.

Unos 30 coches y cuatro edificios fueron incendiados por bandas juveniles, informó la policía. Ocho personas fueron detenidas, entre ellas un individuo acusado de saquear una joyería.

Los disturbios comenzaron en la noche del domingo tras la muerte de dos jóvenes de origen africano de 15 y 16 años cuando la motocicleta en la que viajaban colisionó con un coche policial en el barrio Villiers-le-Bel, en el norte de París.

La policía afirma que los jóvenes no llevaban casco, iban a alta velocidad y por eso no lograron ceder el paso al vehículo policial. Sin embargo, el fiscal general de Pontoise encargó al inspector general de la policía nacional que investigue a los oficiales involucrados por posibles cargos de homicidio y no asistencia a personas en peligro.

La fiscalía anunció hoy que comenzó una investigación. El diario «Le Monde» publicó hoy que los policías viajaban a una velocidad normal de patrulla, y no de intervención, y que fueron sorprendidos por el choque con la moto.

Según el diario, los jóvenes, que viajaban sin casco, no respetaron el ceda el paso. Los rumores sobre la responsabilidad policial en la muerte accidental de los jóvenes de origen africano se extendieron rápidamente.

Se estima que entre 50 y 100 jóvenes airados salieron a la calle y bloquearon un cuartel de bomberos donde los adolescentes fallecidos fueron trasladados.

Tras el accidente, la comisaría policial de Villiers-le-Bel fue atacada con cócteles molotov e incendiada, y la vecina de Arnouville resultó gravemente dañada. Dos policías sufrieron heridas de bala y el jefe policial de Sarcelles, que intentó calmar a los jóvenes, fue fuertemente golpeado y tuvo que ser hospitalizado con heridas en la cabeza y en la parte superior de su cuerpo, dijo la policía.

Omar Shhouli, hermano de una de las víctimas, contaba ante las cámaras que Oushin y su amigo sólo querían conducir la moto de cross y expresó su deseo de que los policías responsables sean condenados. Villiers-le-Bel se considera un punto caliente social, donde rivalizan varias bandas juveniles en el barrio de unos 30.000 habitantes.

Las carreras temerarias en motos de cross son uno de los pasatiempos preferidos de los jóvenes del suburbio parisino, a pesar de que muchas de ellas no tienen los permisos necesarios para circular.

 En Internet pueden verse numerosos vídeos temerarios con motos, también de ese barrio. Los disturbios recordaron a los de 2005, cuando dos jóvenes murieron cuando huían de un control policial y se electrocutaron al intentar esconderse en un generador.

Los rumores sobre la responsabilidad de la policía en su muerte encendieron los ánimos y en aquellas tres semanas de disturbios se incendiaron 10.000 automóviles y 300 edificios.


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