La municipalidad redoblará controles a piletas

En Neuquén funcionan 35 en clubes, hoteles y complejos. Les dará a las que cumplan un certificado de buenas prácticas.

NEUQUEN (AN).- La municipalidad será inflexible en controlar el funcionamiento de las piletas de natación y entregará certificados de «buenas prácticas» a los responsables que cumplan todos los requisitos, lo que en los hechos se traducirá en la determinación de qué piscinas son más confiables que otras en materia de higiene, seguridad y salud.

Otra novedad es que las inspecciones las harán simultáneamente las áreas municipales de Monitoreo Ambiental, Comercio y Deportes, que son las encargadas de controlar las condiciones generales del agua y de las instalaciones; la presencia de guardavidas habilitados; la cantidad de gente permitida según las dimensiones de la pileta y la habilitación comercial en regla.

Si alguno de estos aspectos no se cumple la municipalidad no otorgará la habilitación correspondiente.

En la ciudad hay 35 piletas registradas de hoteles, asociaciones, clubes, colonias de vacaciones y complejos recreativos.

El viernes se presentaron 21 responsables de piletas -públicos y privados-a la reunión convocada por el área Proyectos y Monitoreo Ambiental, donde se avanzó sobre los requisitos que deben cumplir para evitar sanciones y cierres durante la temporada estival que comenzará a mediados de diciembre.

Este encuentro ofició de anticipo acerca de que en la temporada 2008-2009 la municipalidad exigirá el cierre perimetral de todas las piscinas abiertas con el objeto de delimitar un única área de ingreso y asegurar que los bañistas se duchen para sacarse restos de crema, transpiración y polvillo antes de sumergirse en el agua.

Los controles son «siempre» sorpresivos, se hacen generalmente por la tarde y los fines de semana porque es cuando más gente suele haber, informó el jefe de la división Proyectos y Monitoreo Ambiental, Facundo Churrarín. De todos modos «los días y horarios van variando» en función de verificar que las normas se cumplan en cualquier momento.

Churrarín explicó que este trabajo «se vienen profundizando» desde hace siete años y en función de que «ha tenido continuidad es posible ser inflexibles esta temporada con los controles».

La idea es que los responsables de los complejos «comprendan su obligación social pues el tema pileta tiene implicancias directas sobre la salud pública» por el contagio de enfermedades infectocontagiosas, insistió Churrarín. El aspecto seguridad incluye los matafuegos, vestuarios, sanitarios y pisos antideslizantes. Las piletas cubiertas son sometidas al mismo tipo de controles aunque todo el año y «no menos de cinco veces al mes».


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