La noche de Víctor Heredia en Cosquín

Juan Carlos Saravia protagonizó el homenaje a Los Chalchaleros

COSQUíN (Télam).- El cantautor Víctor Heredia, el conjunto correntino Los Alonsitos y el cantor porteño Cacho Castaña fueron los protagonistas más destacados de la séptima velada festivalera de la 44 edición de Cosquín.

Más de 5.000 personas poblaron la plaza «Próspero Molina», para vivar a sus artistas preferidos en una velada de buen nivel que muestra al festival como un reducto de la cultura.

Ya en el comienzo de la noche, Los Alonsitos trajeron desde Corrientes toda la alegría de la música litoraleña, con algunos clásicos de su carrera como «La guampada» o «Lucerito Alba» y con temas que incorporarán a su próximo álbum como «Paloma blanca» y «Sargento Cabral».

Luego de la controversia que había desatado un diario cordobés sobre el poder de convocatoria del cantor porteño Cacho Castaña, el público le dijo presente y festejó cada una de las canciones en las que combinó el tango de los últimos tiempos y el recuerdo de otras épocas.

De esa forma, y con el público de pie festejando la actuación del cantante, se escucharon temas como «Café la humedad», «Garganta con arena» (tributo al polaco Goyeneche), «La gata Varela» (pieza ganadora del festival de la canción de Villa María 2003), «Ojalá que no puedas», «Quieren matar al ladrón» y «La reina de la bailanta».

Promediando la velada coscoína, que se extendió hasta bien entrada la madrugada, Cosquín le brindó un homenaje a Los Chalchaleros en la persona de su fundador Juan Carlos Saravia, al reeditarse los 36 primeros discos grabados entre 1953 y 1987, compilados por el periodista Víctor Pintos.

Saravia, emocionado, recibió la réplica del primer simple que grabaron en 1953, la zamba «Lloraré», y retribuyó el homenaje interpretando a capella un fragmento de la zamba.

Desde Santiago del Estero, Roxana Carabajal ocupó su lugar con un compilado de chacareras y zambas de su repertorio como «La finadita», mientras que el grupo Yamana, de San Antonio de Areco, mostró en su debut en el escenario mayor, el tradicional «himno» folclórico «La López Pereyra» y el tema «Uay uay uay», provocando el baile en la platea.

Pero, el plato fuerte de la séptima jornada, estuvo a cargo del cantautor Víctor Heredia quien, allá por los años 60, se consagraba en Cosquín de la mano de su éxito «El viejo Matías» y ahora, más de 30 años después, continúa demostrando su vigencia.

Al interpretar algunos temas de su último álbum titulado «Fénix», expresó: «Ojalá la Argentina, como el Ave Fénix, pueda resurgir de sus cenizas después de más de 15 años devastadores».

De esa forma se fueron juntando nuevas creaciones com «Bailando con tu sombra» y «Rita», con sus ya reconocidos clásicos «Marcas», «Ojos de cielo», «Mara», «Bebe en mi cántaro», «Informe de la situación» y «Razón de vivir», secundado por su compacta banda que comanda el tecladista Babu Cerviño, junto al virtuoso guitarrista Daniel Homer.


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