La obligación legal rige tanto para hombres como para mujeres

«La cuota alimentaria es la obligación del cónyuge que está en condiciones, esto quiere decir que les toca tanto a hombres como a mujeres, eso técnicamente es así», remarcó Alejandro Betelú.

El 19 de julio se hizo el lanzamiento del programa que Laura Padilla lleva adelante en Roca. El disertante invitado a aquella reunión fue el Subsecretario de Trabajo y ex director de Promoción Familiar de Río Negro, Alejandro Betelú.

Betelú es abogado y tiene amplia experiencia en la separación de parejas con problemas de cuota alimentaria. Esto es parte de la charla que tuvo con las madres que se acercaron a esa primera reunión.

El subsecretario de trabajo expresó que «en Argentina tenemos sectores muy importantes a la hora de imponer decisiones, que siguen estableciendo el concepto de la familia como una cuestión derivada solamente de uno de los cónyuges. Hoy en día vemos que el cambio de rol, el protagonismo que ha adquirido la mujer dentro del grupo familiar ha alterado las normas de convivencia. Esto ha producido un revuelo, revuelo que no ha tenido su acompañamiento por parte de la legislación. Tampoco la han tenido las prácticas judiciales. Tenemos sentencias en la que jueces entienden que tanto para el niño como para el cónyuge impedido, la cuota alimentaria no implica el rubro educación. La educación del chico forma parte inalienable del desarrollo pleno del niño. ¿Quién puede dudar de ésto?», se preguntó.

«La cuota alimentaria debe apuntar a todo lo que tiene que ver con la satisfacción de bienes espirituales por parte del chico», indicó.

Respecto al cómo se decide lo que se debe pagar, Betelú dijo que «la cuota alimentaria que decide un juez, tiene que ver con el nivel de vida que llevó el núcleo familiar».

«Los únicos que pueden imponer una cuota alimentaria son los jueces. Los abogados no la pueden imponer, como creen algunas personas», señaló.

«Hace cinco años no se hablaba de esto (la cuota alimentaria), sin embargo hoy, por la repercusión periodística que ha tenido, está calando cada vez más. La intención no es meter preso al padre que no paga o que se insolventa fraudulentamente, que está en la ley. La intención es que comprenda cuál es su obligación», reflexionó el funcionario al final de la charla.

Es el dinero del niño, libre de todo conflicto

«Las mujeres se recorren todo, no dejan un lugar sin ir a averiguar. Los hombres somos los que necesitamos más información», manifestó un padre que visitó la dirección de Promoción Familiar. «Nos da mucha vergüenza», justificó.

El tema de la cuota alimentaria está asociado con las madres que reclaman por sus hijos, pero la consultan también los padres. Sus dudas más comunes:

– Pagan la cuota alimentaria y no hacen firmar recibos. ¿Cómo cambiar esta situación?.

– ¿Qué pasa si no tengo trabajo o si me quedo sin trabajo?.

– ¿Qué pasa cuando se ha formado una nueva pareja y el recurso económico no es suficiente para las dos familias?

Papás con estos interrogantes son los que charlan con Padilla. En una de las últimas atenciones que hizo en Promoción Familiar, la mitad de las diez personas que concurrieron fueron hombres. «Que bueno que por fin alguien no nos reta», le dijo uno de los asistentes a la consulta del jueves.

«La cuota alimentaria hace que la relación entre los padres se convierta en una cuestión 'niño-dinero'. Entonces hay negociaciones por el régimen de visitas. Algunas mujeres presionan con esto», señala la investigadora. Según Padilla se llega a casos en que el padre dice: «si no lo veo, no pago».

«Ni los padres ni las madres entienden que la cuota alimentaria es el dinero del niño, el que debe quedar libre de todo conflicto», concluyó.

Puntos para tener en claro

El «abc» de los derechos de los niños con padres separados:

La cuota alimentaria: Un derecho y una obligación que surge de la ley y se funda en el asistencialismo y la solidaridad propia entre los familiares.

Los alimentos: Todas las necesidades que tienen los niños para la subsistencia y que contempla vivienda, comida, vestimenta, educación, atención médica y remedios, recreación.

El reclamo de la cuota: de la madre o del padre en favor de los hijos menores o discapacitados. Se paga en dinero en efectivo. Es un derecho irrenunciable e intransferible. Su monto puede variar. Si quien tiene que abonar la cuota no posee trabajo o recursos, el reclamo se ha de efectuar a los parientes en mejor condición económica.

Cómo se exige: si no «nace» voluntariamente se inicia una acción judicial civil. Se podrá radicar una denuncia penal, basada en la ley 13.944, art 1 y 2.

Laura Padilla asesora en forma gratuita sobre esta problemática todos los martes y jueves de 9 a 12 en Rodhe 350 de Roca, tel. 436706.


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