La obra de ampliación suma riesgos a la Ruta 22

No se está respetando una disposición nacional y por las noches quedan carteles y tambores sin iluminar a centímetros de la cinta asfáltica. Hubo numerosas quejas de automovilistas.

VILLA REGINA (AVR).- La empresa que lleva adelante la ampliación de la Ruta 22, en el tramo Chichinales – General Godoy, no está cumpliendo totalmente con las normas vigentes que regulan la señalización de obras viales durante la noche.

A partir de esta irregularidad, el riesgo de accidentes permanece latente y muchos automovilistas han presentado quejas formales ante la División Tránsito de la Policía.

Los conductores expresaron su inquietud por la difícil visualización de los carteles y otros objetos cuando desaparece el sol, ya que en muchos puntos carece de un sistema de advertencia lumínica de la presencia de los mismos sobre la cinta asfáltica.

El malestar de los usuarios del camino nacional también se hizo sentir por la presencia de tambores que señalizan el sector de obras, los cuales se encuentran sobre la cinta asfáltica restando espacio para la circulación.

El mayor temor es que estos obstáculos puedan acarrear la ocurrencia de accidentes, al verse sorprendidos por la señalización y maniobrar para evitar chocar contra ella.

Afortunadamente, de acuerdo a datos relevados a través de la policía de tránsito con asiento en Chichinales, en los más de 12 meses que se llevan de trabajos, no se han registrados accidentes durante la noche.

Sin embargo, sí hubo colisiones a raíz de estos elementos durante el día; como el caso de un camión que chocó contra un tambor, y el de un motociclista que impactó contra un vehículo que circulaba en sentido contrario al esquivar uno de estos elementos.

En ninguno de esos casos hubo que lamentar víctimas fatales.

A partir de un relevamiento del tramo que realizó este medio se pudo detectar que a lo largo de los 21 kilómetros de obra se cuenta con la señalización correspondiente en cuanto a velocidad máxima permitida para circular, establecida en 40 kilómetros por hora y carteles que advierten sobre la presencia de maquinarias sobre la ruta y de banderilleros entre otros.

A esto se suman carteles advirtiendo de las tareas en todo el tramo, y tambores de color blanco y rojo con carteles indicadores.

Sin embargo, sólo en algunos sectores se pudo advertir la presencia de balizas lumínicas, las cuales son encendidas durante la noche.

La presencia de los tambores sobre la cinta asfáltica está permitida en la ejecución de obras viales, según lo establece el manual de «señalización viales transitorias» de la Secretaría de Obras Públicas de la Nación, y el Órgano de Control de Concesiones Viales (OCCOVI).

No obstante, el mismo manual determina que los mismos deben ser movidos de la cinta asfáltica durante la noche, en tanto que también se debe utilizar un sistema de balizas eléctricas para advertir a los conductores de la reducción de la calzada y de los trabajos que se llevan a cabo. Además, en todos los casos estos elementos deben contar con elementos refractantes para ser visibles al ser alumbrado por las luces de los vehículos.

Los trabajos de ampliación continúan avanzando y en algunos sectores, como el tramo ubicado a la altura de Chichinales ya presentan casi su aspecto definitivo, con las cuatro manos de circulación, a lo que se suma un cordón central para dividir las vías norte y sur de la autovía.

De acuerdo a las estimaciones, la obra estará terminada para abril del año próximo.


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