La Pastoral Social, minería y democracia
Un las Pascuas, el cardenal Bergoglio hizo un llamado con autocrítica a los sacerdotes: «Deben responder a las necesidades de la gente» y agregó «El lavatorio de pies quiere manifestar que la autoridad en la Iglesia y en toda comunidad debe ser un servicio y no dominio».
Hace pocos días, en una visita de uno de los candidatos a la gobernación, el senador Miguel Pichetto, a Bariloche recibió a la Pastoral Social. No debiera esto ser motivo de un análisis especial, ya que los candidatos deben recibir y escuchar expresiones de todo grupo y/o personas que deseen hacer llegar ideas a eventuales futuras gestiones.
Lo que resulta llamativo es el pedido de la Pastoral en solicitar el compromiso de no modificar la ley que prohíbe el uso del cianuro y el mercurio en Río Negro. Quizás lo importante en esos casos era solicitar se tomaran medidas para generar trabajo, mejor educación, salud y erradicar la indigencia.
Cuando se intenta vivir en democracia, la Pastoral Social debiera conocer que uno de los principios de las atribuciones de un gobierno es formular, derogar y modificar leyes.
Solicitudes de ese tenor nos hacen recordar épocas pasadas, en las cuales miembros de estos mismos actores sociales fueron quienes dieron sustento espiritual, confesaron y dieron los sacramentos a todos los miembros del Proceso de Reconstrucción Nacional. No hay noticias de que esta Pastoral Social interviniera como mediadora en conflictos de trabajadores docentes, de la sanidad, etc. en la provincia de Río Negro. Pasadas ya dos décadas, no conocemos de ningún miembro excomulgado y menos aún procesado; entonces, es triste pensar que sigan intentando manipular políticas con objetivos no muy claros… ¿Cuáles serán los verdaderos motivos de esta cruzada antiminera, en general y la metalífera del oro en particular? Poco tiene que ver el compromiso social de esta Diócesis con la impulsada por el obispo Hesayne en los '80 con el programa de los «Promotores de la Línea Sur».
Jamás se pudo dialogar con la Pastoral ni con el gobierno respecto de la polémica ley en cuestión.
La Pastoral Social intentó dar sustento a su posición con un lamentable libro titulado «La minería del oro, explotación a cielo abierto con utilización de cianuro. Balance de beneficios y riesgos», financiado por la Diócesis de San Carlos de Bariloche. Dicho libro fue comentado en su oportunidad y apoyado por algún pensamiento mesiánico seudo científico de algún miembro de la Pastoral, pero evitaron todo debate. No pueden hacer creer que posean la verdad.
Nos acercamos al 7 de mayo, Día de la Minería, ¿hablaremos de la tecnología en el uso del cianuro y el mercurio, de la verdadera problemática del medio ambiente y los controles del Estado? ¿O seguiremos pacientes viendo cómo se presionan a los candidatos, desconociendo las verdaderas razones de un accionar oscuro, motivado por un odio infranqueable hacia una actividad nueva en el país y, en particular, en nuestra provincia? Deberán comprender que la democracia se debe respetar, así como también las leyes aunque éstas puedan ser modificadas, ya que si ocurre es parte del ejercicio democrático. Así fue votada y aprobada por mayoría y sin debate, pero puede ser modificada y/o derogada, siempre y cuando se lo haga dentro del marco de la ley.
Debe comprender la Pastoral Social que los tiempos del «Proceso» han pasado, que la ciudadanía no se conforma ya con mensajes paternalistas. Quiere trabajo, educación y salud, cosa a la cual no pueden acceder con los planes sociales.
VICENTE MARINO (*)
Especial para «Río Negro»
(*) Perito minero.
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