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Bariloche: cómo hace Maru para seguir siendo la bartender más relevante de la región

Compartimos con esta "profesional de las bebidas" su proceso creativo que la mantiene en la cima de su carrera. En esta última edición de "Bariloche a la carta" tuvo intervenciones destacadísimas. Confirmó así una vez más que es la top de su rubro en la cordillera.

Maru Avila en su casa, experimentando… hasta que algo nuevo surja.

Cómo surge la idea para crear un trago o cóctel nuevo cuando parece que ya todo está inventado.

Cómo es el proceso creativo de una bartender con alma alquimista, como lo es Mariela Ávila de Bariloche, que se ha erigido como una de las profesionales de las bebidas más potentes y jerarquizadas de la Patagonia tras 11 años de fatigar la mayoría de las barras de la región y mucho más allá, incluso.

Entre tantos miles de frascos y frasquitos, pipetas, destiladores y libros en su hermosa y particular casa, Maru, como se la conoce y la llaman en la cordillera, comparte el ADN de su pasión. Entrar aquí hace explotar todos los sentidos… cómo no va a surgir algo maravillos de aquí.

Este hogar parece de un cuento.

Esta casa fue construida para que funcionara una casa de té, más allá de los dos baños uno al lado del otro, tiene una cocina pensada para la producción. ¡No podía haber caído en un mejor lugar! Me gusta llamarla ¨el laboratorio¨ porque siento que lo es. Mis emprendimientos parten de ahí y a la vez es mi hogar, donde soy, donde me expreso, cada rincón me representa. Tengo dos bibliotecas, la de libros y la de botellas… ni hablar de la cocina, 3 heladeras, 2 freezers, máquinas y herramientas para lo que se les ocurra.

También está la habitación de los millones de frasquitos, allí elaboro tinturas, destilo, seco plantas, deshidrato cosas y se llena de aromas que mutan constantemente. Y en otro espacio tengo mi altar, mis cristales, mis esencias para conectar.

Disfruto mucho trabajar en mi casa. Cuando estoy en proceso de crear cosas tengo todos los medios para hacer pruebas, a veces solo me paro a observar distintos sectores y así van apareciendo ideas. En mi caso, la creatividad surge más fácilmente, cuanto más conectada estoy conmigo. También la alimento leyendo, observando y a veces simplemente se me presentan ideas. “A veces me desayuno un cóctel” es mi frase interna para explicar que alguna idea se me presento en las noches… (ríe).

¿Cómo te definís profesionalmente?

Mucho tiempo me identifique con el nombre de bartender pero la búsqueda constante me ha hecho sentir que es más que eso. Por eso hoy me gusta llamarme ¨profesional de las bebidas¨, un mix de alquimia, mezclas, elaboración de bebidas, planear formas de llevar adelante barras, estandarizar procesos, tratar con proveedores, elaborar insumos, guiar grupos de trabajo, generar experiencias, aprender, dar servicio, entre varias cosas más. Aun así siento que el término no abarca todas las aristas.

¿Dónde estás trabajando ahora?

Llevo adelante dos emprendimientos personales. “Motivos” donde armo barras para eventos y “Diucon Botánicos” donde elaboro insumos y demás magias.

Eventualmente hago algunas asesorías a bares y restoranes de Bariloche.


El último trago que Maru creó, este último verano


¿Tu última creación?

Soy muy inquieta y me encuentro en constante búsqueda, siento que las barras donde me encuentro son la ventana de una expresión artística. Una de las mas sentidas que desarrollé estos últimos tiempos fue un homenaje a mi abuela que cambió de plano el año pasado. Es un cóctel que se encuentra en la carta de Fuegos de Patagonia, pensado para recordarla en cada uno de sus ingredientes. Se llama Rosa Lucía, tiene whisky macerado en higos negros y nuez pecan, vermouth italiano y un bitter que bauticé 511 con malta y cáscaras de naranja. Cada vez que lo preparo me transporto a mi infancia, juntando higos con ella para preparar dulce. El bitter me lleva automáticamente a su cocina en San Martín (provincia de Buenos Aires) con aroma a malta y la tira de cáscara de naranja que siempre colgaba de su ventana para sumarle a los mates. Cada vez que leo en la comanda de Fuegos de Patagonia un Rosa Lucía el alma me sonríe.

Cómo inciden los viajes en estos procesos creativos.

Amo viajar, lo hago cada vez que puedo. Siento que lo necesito. Todos los lugares que fui conociendo en mi vida siempre me aportaron algo. Los uso de inspiración, de apertura mental y de observación. Mi último viaje largo fue a Europa el invierno 2022. Durante tres meses recorrí Valencia, Barcelona, Palma de Mallorca y Londres. Trabajé un poquito detrás de barra y también hice alguna formación; la más significativa fue de Destilación de aceites esenciales en el corazón de Palma de Mallorca. La sensación fue que estaba recordando una información ya presente en mí, creí que iba a aprender una técnica, pero terminé aprendiendo un poquito más a conectar conmigo misma y con las plantas. Fue una experiencia muy hermosa.

El intercambio con colegas de otros lugares, con diferentes recursos y diferentes culturas es como un curso acelerado. Trabajar en otros países además de enseñarte a abrir la mente y ponerte a prueba, te conecta con quien sos, estas ahí, solito en el mundo, te planteás la existencia, el propósito, eso siento que fue el último para mí.

¿De qué modo la flora y la vegetación nativa/silvestre ilumina posibles creaciones tuyas?

Vivimos en un lugar tan mágico que todos los movimientos son inspiradores. Estoy constantemente mirando a mi alrededor, siento necesidad de saber más todo el tiempo, veo una planta que me llama la atención y me detengo a ver qué es y como la podría trabajar para utilizar en un cóctel o con que otra cosa combinaría bien.

Creo que la coctelería esta creciendo sin escalas en la región y me parece buenísimo. Tenemos muchas cosas a favor en la Patagonia que nos dan identidad, como la abundancia de insumos para utilizar. Creo que ese crecimiento nos desafía y nos hace poner más creativos.

Maru Ávila, profesional de las bebidas de Bariloche

Parte de mi familia vive en Epuyén y cada vez que viajo para allá conecto un poco más con las plantas y la naturaleza de la comarca, ese lugar es muy especial. La abundancia de la naturaleza es increíble, cada vez que voy descubro algo nuevo, a lo que antes no le había prestado atención.

También trabajás también empresas que requieren tu saber para crear nuevas bebidas.

A fines del 2021 me contactó Quilmes para que me sume a su equipo de Cervecería Patagonia con un desafío nuevo, crear una receta de gin con botánicos de la región. Fue una experiencia muy enriquecedora. Creamos la receta de Ginkgo, lo destilamos y lo vimos nacer hace poquito en el mercado. Fue un trabajo hermoso. Verlo hoy disponible en todo el país y recordar como fue el proceso es otra de las cosas que me hacen sonreír todos los días.

Hoy en retrospectiva me siento una afortunada, por esto y por todo lo que me va llegando y por cómo va evolucionando mi carrera.

Cómo ves el panorama de tu profesión en la Patagonia.

Creo que la coctelería esta creciendo sin escalas en la región y me parece buenísimo. Tenemos muchas cosas a favor en la Patagonia que nos dan identidad, como la abundancia de insumos para utilizar. Creo que ese crecimiento nos desafía y nos hace poner más creativos.

Tus desafíos de ahora en más.

Brindar experiencias nuevas, mejorar insumos, encontrar nuevos y con esto colaborar para conectar a las personas en el presente, en los sabores y aromas, capaces de invocar o generar emociones sin intermediarios.

Soy una apasionada, mi desafío siempre es mantenerme en evolución.


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