La peor despedida: en el último minuto
River no lo liquidó y Corinthians lo dejó afuera.
Facturó de movida y tuvo chances, pero no lo pudo liquidar y se despidió de la Copa Sudamericana. River, sin merecerlo, empató con Corinthians en un tanto y el gol de visitante le alcanzó al «Timao» para meterse entre los ocho mejores.
En un Monumental casi a full, el equipo de «Mostaza» Merlo salió a recuperar su imagen. Bajoneado en el Apertura, esta Sudamericana es el objetivo del equipo y también del hincha, que antes de las tres caídas en serie en el certamen doméstico, ya la había elegido como prioridad.
El arranque fue con susto para el «Millonario», porque a 5 los Gustavo Nery estrelló un remate en el palo que enmudeció al público.
A partir de ahí, todo a la normalidad. Demasiado traslado en el medio y pocas llegadas, aunque con River algo más agresivo.
Y esa agresividad se transformó en diferencia a los 14, cuando Jonathan Santana -tal vez el mejor refuerzo de la temporada- definió de manera perfecta para que el dueño de casa encuentre tranquilidad.
Desde el gol hasta el final de la primera mitad, poco y nada. River, conforme por el resultado y un poco más prolijo a la hora de manejar la pelota.
Y el «Timao», muy desprolijo, con pocas visitas al área rival y demasiados disparos desde media distancia.
La historia se repitió en el arranque del complemento. El once de Merlo más dedicado a cuidar la ventaja que a mirar el arco rival, y Corinthians sin ideas para llegar al arco de Germán Lux.
A los 31, el «Millo» tuvo l definición del partido. Ernesto Farías se encontró solito y solo con Fabio Costa y se perdió un gol increíble, de esos que no erraba en Estudiantes ni en sus primeros meses en River.
Con el 2-0 el dueño de casa liquidaba la historia, pero dejó pasar la oportunidad y al final lo pagó muy caro. En el último minuto, un doble cabezazo en el área terminó con el gol de Marinho, que enmudeció al Monumental.
Al final, el festejo -injusto- fue para Tevez y compañía, que fueron inferiores a su rival, pero se quedaron con toda la gloria y siguen en carrera.
Para River, todo mal. No le sale una en el Apertura, tampoco en la Copa y se vienen semanas difíciles, muy difíciles, con el clásico ante Boca como único objetivo claro. Demasiado poco para un grande de verdad.
Facturó de movida y tuvo chances, pero no lo pudo liquidar y se despidió de la Copa Sudamericana. River, sin merecerlo, empató con Corinthians en un tanto y el gol de visitante le alcanzó al "Timao" para meterse entre los ocho mejores.
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