La PIAP comenzará a producir en dos meses

BUENOS AIRES y NEUQUEN (ABA/AN).- La planta de agua pesada de Arroyito comenzará a producir en un plazo no mayor de dos meses, según un convenio firmado ayer por el gobierno de Neuquén y la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA). Además, la Empresa Neuquina de Servicios de Ingeniería, ENSI, ya tiene autoridades formales: la presidirá el titular de la CNEA, José Pablo Abriata y el vice será Alfredo Esteves, ministro neuquino de Empresas Públicas.

Mediante el convenio firmado ayer por Abriata y Esteves, se dio comienzo a un proceso que culminará en 60 días y permitirá poner en producción la fábrica instalada en la localidad de Arroyito.

En la reunión que mantuvieron ambos funcionarios se aceptó la renuncia de los actuales integrantes de la ENSI.

Además de presidente y vice de la empresa, se designaron como directores a Jorge Fabián Calzoni (segundo de la CNEA) y Alfredo Pujante (ex ministro de Hacienda y Obras Públicas de Neuquén).

Se resolvió que las resoluciones del directorio (el 51% de las acciones pertenecen a la provincia y el 49% restante a Nación) deberán adoptarse por unanimidad. La sindicatura estará compuesta por un miembro de cada parte.

En breves declaraciones, Esteves aseguró que «con e aporte de la provincia y la CNEA, en el corto plazo, la planta dejará de estar en stand by y empezará a producir agua pesada».

Indicó que actualmente prestan tareas de mantenimiento 536 personas, solventadas merced al acuerdo logrado entre el gobierno y Repsol para extender la concesión del yacimiento gasífero de Loma de La Lata.

En esa oportunidad, se acordó que la Nación aportase 13 millones de pesos anuales como compensación del canon, cedido por la provincia y que ascendió a 300 millones de pesos-dólares.

De esa planta de trabajadores, el 60% está dedicado a la producción de agua pesada y el resto se ocupa de servicios que contratan otras empresas -Petrobras, Total, Repsol y otras del sector hi

drocarburífero y energético-.

Esteves precisó que ahora se empezará a cargar de amoníaco el circuito y se ajustarán piezas para la puesta en marcha de la planta. «Es un proceso lento porque la fábrica estuvo mucho tiempo parada. Nos puede llevar unos 60 días», concluyó.

Gestiones en enero

Esteves había comenzado gestiones con el ministro de Planificación de la Nación, Julio De Vido, y con Daniel Cameron, secretario de Energía, en enero pasado.

Entonces se dijo que «era inminente» la reactivación de la planta y a la semana viajaron a Neuquén técnicos de la CNEA para evaluar el estado de las instalaciones y la factibilidad de su reactivación.

Sin embargo, poco después, se criticó el manejo de la fábrica realizado por la administración de Jorge Sobisch.

El plan de reactivación supone producir 100 toneladas de agua pesada en 18 meses, que se destinarán al Invap y a las centrales de Atucha I y a Embalse de Río Tercero. Además se procura participar de la venta a centrales nucleares ubicadas en distintos puntos del mundo (Corea, Francia, Canadá).

Según fuentes del kirchnerismo neuquino, se alentó el propósito de reactivar la planta en vinculación con la terminación de la central Atucha II, como parte de un programa energético de cinco años. Si la central de Atucha II se pusiera en marcha, requeriría unas 700 toneladas de agua pesada.