La pirotecnia divierte, pero esquiva la ley

La proximidad de las fiestas de fin de año actualiza el tema en las localidades de la región, donde cada temporada se producen numerosos accidentes entre adultos y niños. Pese a que hay una ley nacional y que cada municipio tiene su ordenanza regulatoria de la venta y uso de los atractivos explosivos, las autoridades reconocen que a veces "es difícil hacerlas cumplir".

Aunque todavía restan unas semanas para las fiestas de fin de año, el ruido y las luces de los elementos de pirotecnia ya se notan en gran parte de las ciudades de Río Negro y Neuquén.

Cañitas, petardos y estrellitas se están haciendo sentir y no en todos los casos se toman las precauciones necesarias para evitar accidentes.

Esta situación puso en estado de alerta a los funcionarios municipales, quienes empezaron a difundir las ordenanzas que reglamentan la comercialización de este tipo de artefactos. Se pretende crear una mayor concientización entre los responsables de la venta de los elementos pirotécnicos y también entre los padres de los chicos y adolescentes que adquieren los productos.

Los números hablan por sí solos de la peligrosidad que reviste el uso de los artículos de pirotecnia sin tomar ningún tipo de recaudo. Sólo en el hospital «Francisco López Lima» de Roca, durante el año pasado ingresaron casi 300 personas con heridas y quemaduras como resultado de accidentes de pirotecnia.

Sin embargo, una de las cosas que llama la atención es que la mayor cantidad de heridos se encuentran en la franja de más de 15 años (115) que en niños de 5 a 14 años (68). Esto se traduce en que la falta de responsabilidad en el manejo de elementos pirotécnicos involucra especialmente a los adultos y es ahí donde se hace necesario intensificar las campañas de prevención.

Las reglamentaciones municipales difieren en las fechas de venta libre de estos elementos, aunque la mayoría de las ordenanzas concuerda en que la violación de las reglas implica multas, decomiso de mercadería y, en los casos más graves, la clausura del local comercial.

Por otra parte, las ciudades de la Zona Andina tienen una legislación mucho más severa, ya que se prohíbe la venta y uso de pirotecnia y se prevén severas multas para quienes no se ajusten a las leyes. La explicación es muy sencilla: localidades como San Martín de los Andes están rodeadas de frondosos bosques de especies autóctonas y varios de sus barrios se internan entre arboledas y montañas. Por esta razón, la pirotecnia resulta muy riesgosa ante la posibilidad de desencadenar algún incendio que atente contra el medio ambiente.

Sin embargo, no siempre se respetan las determinaciones municipales y esto obliga a las autoridades a intensificar los controles en los distintos locales comerciales.

En este sentido, la legislación de Río Negro es muy clara en los aspectos relacionados con la venta y el uso de estos elementos. La ley 3.762 prohíbe la venta de artículos de pirotecnia a los menores de 16 años, como así también en los puestos callejeros y negocios que comercializan productos alimenticios.

Los comerciantes mayoristas, minoristas y kioscos interesados en venderlos deben cumplimentar una serie de requisitos ante la municipalidad para obtener las autorizaciones.

Por otro lado, la legislación también establece las condiciones en las que deben almacenarse la pirotecnia con el fin de evitar accidentes. No deben estar en contacto con líquidos combustibles o inflamables, sustancias corrosivas, oxidantes y ácidos. Al margen de las normas relacionadas con el comercio de los artículos de pirotecnia, se encuentran las tradicionales recomendaciones de los profesionales de la salud.

Los médicos no se cansan de repetir que nunca se deben emplear elementos de fabricación casera o adquiridos en negocios que no estén autorizados y que los artículos explosivos deben ser usados en lugares despejados y alejados de casas. Como se sabe que no se respetan las leyes y los chicos manipulan la pirotecnia, recomiendan que los niños estén acompañados por personas mayores y que nunca se debe apuntar los cohetes o cañitas voladoras en dirección hacia otra persona o emplear más de uno por vez.

Por estas razones, cada vez se hace más necesario intensificar los controles municipales y castigar a quienes no cumplen con las pautas establecidas. Especialmente, porque está en juego la vida de grandes y chicos.

El riesgo de los artículos caseros o ilegales

Si el mal manejo de la pirotecnia autorizada para la venta produce accidentes con graves consecuencias, el uso de artefactos de fabricación casera o clandestina ocasiona perjuicios mucho mayores.

La ley nacional 24.304, sancionada en 1994, establece que está permitida la venta de los productos que tengan impresos el número de autorización de la Dirección General de Fabricaciones Militares y la identificación de la empresa fabricante. Además, deja bien en claro que sólo los mayores de 16 años pueden efectuar la compra en los comercios habilitados. Los artículos fabricados clandestinamente son más peligrosos porque son elaborados con pólvora blanca, cuyo color identifica su origen ilegal.

Al respecto, también es muy importante considerar las condiciones en que los elementos fueron fabricados. Los locales con poca ventilación y mucha suciedad facilitan la descomposición de la sustancia como también el uso de mano de obra no especializada ocasiona que los petardos pierdan pólvora y faciliten el proceso de detonación en masa. (AR)

En Roca, el control pasa por la prevención

La venta de artículos de pirotecnia sólo está permitida en los meses de diciembre y enero a las personas mayores de 14 años en Roca. A pesar de estar en vigencia la ordenanza 2.621, desde la Inspección General de la municipalidad ya se enviaron 150 notificaciones a diferentes comercios para que se abstuvieran de vender estos elementos fuera de las fechas establecidas.

Sin embargo, en algunos casos la orden de las autoridades municipales no fue tenida en cuenta por los comerciantes y, por esta razón, se labraron seis actas de infracción que fueron derivadas al Juzgado de Faltas. «Muchas veces se nos hace imposible controlar la venta de pirotecnia en fechas no autorizadas y por ello tratamos de intensificar las campañas de prevención en el manejo de estos artículos», señaló el Secretario de Gobierno y Coordinación General del municipio, Claudio Mozzoni.

En este sentido, el funcionario señaló que las tareas que lleva adelante la municipalidad están dirigidas a crear un mayor grado de conciencia y responsabilidad entre quienes manejan los elementos pirotécnicos. «Básicamente apuntamos a generar más responsabilidad entre los padres de los chicos que usan estos artículos», enfatizó Mozzoni.

Los accidentes pueden dejar secuelas muy graves, que incluyen lesiones en los ojos, manos, genitales, traumas acústicos y quemaduras de todo tipo. También está presente la posibilidad de ocasionar incendios forestales, en viviendas, depósitos y comercios. (AR)


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