La polémica por el trabajo infantil

Los primeros días de este mes, el Cirque XXI estuvo envuelto en una polémica. Inspectores del Ministerio de Trabajo de Nación constataron que niños estaban realizando trabajo artístico. La legislación nacional vigente lo prohíbe. El caso tuvo sus repercusiones y sorprendió en el interior del circo. El dueño del Cirque XXI, Sebastián López, explica que se trata de los hijos de los artistas. Asegura que “nadie los obliga, si no quieren trabajar no trabajan”. Sostiene que “la única forma que tienen de aprender es trabajando al lado de sus padres”. López entiende que hay una ley que prohíbe el trabajo infantil. Pero opina que “nos dejaron olvidados, afuera de esa ley”. “El padre no le sabe enseñar a su hijo otra cosa que no sea circo y él quiere enseñar eso”. Asegura que es la primera vez que los sancionan por ese motivo. Y plantea el caso de las series de tevé infantiles. “¿Entonces, Chiquititas cómo hacía?”, pregunta. “Un nene que es un prodigio tocando el piano, ¿no da el concierto?” Sostuvo que en el Cirque XXI tienen unos 15 chicos de los cuales sólo tres les piden a sus padres trabajar en la pista. Fabián Casanova está aún molesto con la inspección laboral. Explica que “esto es un sentimiento, no es trabajo. A mí me hace feliz estar en la pista con mi hijo”, afirma. López asegura que cuando llegaron a Bariloche fueron “a tres escuelas y en las tres nos rebotaron a los chicos porque no había lugar”. Advierte que en Ushuaia “nos pasó lo mismo”. Dice que existe la ley “Golondrina” desde la época de Eva Perón para que los chicos, cuyos padres trabajan en los circos, puedan estudiar en forma itinerante. Esos chicos deben ser aceptados en las escuelas mientras el circo permanece en ese lugar. En la primaria de Ñirihuau les hicieron lugar a los chicos durante su estadía en esta ciudad. Pero está a 17 kilómetros de Bariloche. (AB)


Los primeros días de este mes, el Cirque XXI estuvo envuelto en una polémica. Inspectores del Ministerio de Trabajo de Nación constataron que niños estaban realizando trabajo artístico. La legislación nacional vigente lo prohíbe. El caso tuvo sus repercusiones y sorprendió en el interior del circo. El dueño del Cirque XXI, Sebastián López, explica que se trata de los hijos de los artistas. Asegura que “nadie los obliga, si no quieren trabajar no trabajan”. Sostiene que “la única forma que tienen de aprender es trabajando al lado de sus padres”. López entiende que hay una ley que prohíbe el trabajo infantil. Pero opina que “nos dejaron olvidados, afuera de esa ley”. “El padre no le sabe enseñar a su hijo otra cosa que no sea circo y él quiere enseñar eso”. Asegura que es la primera vez que los sancionan por ese motivo. Y plantea el caso de las series de tevé infantiles. “¿Entonces, Chiquititas cómo hacía?”, pregunta. “Un nene que es un prodigio tocando el piano, ¿no da el concierto?” Sostuvo que en el Cirque XXI tienen unos 15 chicos de los cuales sólo tres les piden a sus padres trabajar en la pista. Fabián Casanova está aún molesto con la inspección laboral. Explica que “esto es un sentimiento, no es trabajo. A mí me hace feliz estar en la pista con mi hijo”, afirma. López asegura que cuando llegaron a Bariloche fueron “a tres escuelas y en las tres nos rebotaron a los chicos porque no había lugar”. Advierte que en Ushuaia “nos pasó lo mismo”. Dice que existe la ley “Golondrina” desde la época de Eva Perón para que los chicos, cuyos padres trabajan en los circos, puedan estudiar en forma itinerante. Esos chicos deben ser aceptados en las escuelas mientras el circo permanece en ese lugar. En la primaria de Ñirihuau les hicieron lugar a los chicos durante su estadía en esta ciudad. Pero está a 17 kilómetros de Bariloche. (AB)

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