La policía declara la guerra a los narcos en favelas de Río de Janeiro
RIO DE JANEIRO (AFP) – La guerra entre la policía y los traficantes de las favelas, que a su vez se disputan a muerte el control de los puntos de venta de droga, recrudeció este sábado cuando autoridades de Río de Janeiro advirtieron que van a «herir o matar» a los delincuentes que se nieguen a rendirse.
«Los bandidos tienen que rendirse a la policía o intentar huir, pero nunca enfrentarla, pues la policía responderá dentro de los límites establecidos por la ley y ellos serán heridos o muertos por las fuerzas de seguridad», afirmó el secretario de Seguridad Pública de Río, Marcelo Itagiba.
Hablando en la apertura del I Foro de los Consejos Comunitarios de Seguridad, Itagiba aseguró que la escalada de violencia que se registra entre la policía y los delincuentes en esos barrios pobres de Rio sólo puede ser contenida «con enfrentamientos». «Las imágenes de los traficantes fuertemente armados divulgadas en los últimos días por la prensa demuestran que la única forma de contenerlos es por medio del enfrentamiento, para que las comunidades queden libres de las atrocidades que cometen», agregó en un comunicado de la secretaría de Seguridad Pública.
Entre la noche del miércoles y ayer, cuatro favelas de las zonas norte (De los Macacos), centro (Mangueira) y sur (Rocinha y Vidigal) fueron escenario de intensos tiroteos y enfrentamientos entre policías y delincuentes, cuando las autoridades trataron de ingresar para detener el tráfico de drogas. Ocho delincuentes y un policía murieron en ese período.
Ayer, en el empinado morro De los Telégrafos (cerro que hace parte del complejo de la favela Mangueira), traficantes atacaron un puesto policial con explosivos y fusiles de uso militar, probablemente de la Fuerza Aérea Brasileña, de acuerdo con informes de policía.
La prensa ha fotografiado a los delincuentes con armas de corto y largo alcance o circulando con las armas en ristre por las calles de las favelas. El viernes en el morro Vidigal fue decomisada una pistola Uzi, de fabricación israelí.
«Las imágenes de los traficantes con sus armas de guerra sirven también para que la opinión pública reflexione sobre las afirmaciones equivocadas hechas por las ONG, que insisten en tratar como civiles muertos por la policía a los casi 1.200 bandidos muertos en enfrentamientos» en el 2003, afirmó Itagiba. El secretario atribuyó la agudización de la violencia en las favelas a la captura de los grandes jefes del narcotráfico y aseguró que ahora la policía se enfrenta a quienes se disputan el control de los lucrativos puntos de venta de droga.
Rocinha, la mayor favela de Río de Janeiro, con 60.000 habitantes, mueve unos 3,5 millones de dólares por semana en venta de droga, según estimaciones de la policía. «Capturamos a los jefes y ahora estamos enfrentando a sus soldados», afirmó. Casi 38.000 bandidos y más de 70 jefes del narcotráfico han sido capturados o muertos desde el 2003.
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