La Policía prueba armas para reprimir protestas

Hay potentes pistolas para lanzar gases y otras. Son especiales para "disolución de conflictos".

NEUQUÉN (AN).- La policía neuquina se encuentra probando nuevas armas y explosivos para la disolución de conflictos y disturbios. Hay bombas enceguecedoras, armas marcadoras que arrojan pintura y una lanzagases que tiene ocho veces el poder de la pistola federal con la que fue ultimado Carlos Fuentealba.

Las prácticas salen a la luz tras el anuncio del gobierno de endurecer su política respecto de los cortes y las tomas.

Dentro de la Jefatura de Policía el tema se mantuvo bajo siete llaves hasta que por un error rompieron el silencio y los vecinos se estremecieron. El hecho ocurrió hace diez días cuando detonaron un explosivo del que no conocían su magnitud (ver recuadro).

Son armas y explosivos que se enviaron desde fabricas civiles que cuentan con autorización del Registro Nacional de Armas (Renar) y Fabricaciones Militares. Este armamento se envía a modo de prueba y con opción a compra para que las fuerzas de seguridad evalúen si les son útiles para las distintas intervenciones en conflictos que deben afrontar.

Entre todo el equipamiento enviado hay dos armas y un explosivo que se destacan por sobre el resto.

«Una de las armas es como la Pistola Federal pero con descargas continuas», confió una alta fuente policial. Se trata de una arma lanza gases rotativa con ocho compartimentos que tiene un valor aproximado de mercado de 3.000 dólares. «El problema es que las municiones son muy caras y al contrario de la Federal acá no podes recuperar las cargas que nosotros después de dispararlas veíamos de manotearlas para volverlas a utilizar en otra ocasión», confió el informante.

Este tipo de armas la estaría probando la Uespo y se especula que por una cuestión de costo no sería adquirida.

Por el contrario, una de las armas que están observando con mucho detenimiento es una Paintball marcadora. La Tippmann A-5 tiene un costo de 1.500 pesos y es muy demanda por los grupos especiales.

La marcadora, como se la conoce en el mercado, carga en su compartimiento superior unas 200 municiones que dispara a razones de 17 por segundo. Las cargas son disparadas por la presión que se genera mediante un tubo CO2, aire comprimido o nitrógeno a la que está conecta el arma.

Las municiones son pequeñas pelotas de tres centímetros de diámetro que en el interior contienen una pintura fluorescente, aunque también está la opción de gas pimienta, que se revientan al impactar.

«Estos sirve para en caso de disturbios identificar a los agitadores para posteriormente detenerlos», explicó la fuente.

Los proyectiles de este arma recorren unos 30 metros pero cuando se va agotando la carga de gas la distancia se va reduciendo progresivamente por la falta de presión. «A pesar de ello es un arma muy útil y hace cuatro años que se viene requiriendo», agregó el uniformado.

Más allá del interés que hay en la policía por querer adquirir parte de este nuevo armamento la escasez de fondos del gobierno será un factor determinante.


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