La policía ultimó al secuestrador y mató a la rehén
Llovieron las críticas sobre la Policía brasileña por el accionar contra el secuestrador del colectivo. El delincuente murió por asfixia camino al hospital y la joven de tres impactos de bala.
RIO DE JANEIRO (EFE).- La policía brasileña mató a la mujer que era mantenida el lunes como rehén por un secuestrador en un colectivo en Río de Janeiro y, tras capturar al delincuente vivo, lo asesinaron cuando lo transportaba a un hospital, según sospechan varios especialistas en operaciones policiales. Según la autopsia, el secuestrador murió asfixiado.
En declaraciones hechas ayer a la red de televisión Globo, varios especialistas, entre ellos ex comandantes de la propia Policía, advirtieron que las imágenes transmitidas por televisión sobre el momento en que los uniformados atacan al secuestrador dejan varias dudas (ver aparte).
Sandro Nascimento, de 21 años, pretendía asaltar a los ocupantes de un colectivo en la zona sur de Río de Janeiro tomó como rehenes a once pasajeros al ser sorprendido por la policía y, cuatro horas después, cuando salió del vehículo para negociar con las autoridades, supuestamente fue abatido por un miembro de un grupo de elite de la policía.
Antes de morir, según las informaciones de la Policía, el secuestrador supuestamente alcanzó a disparar su arma contra la rehén, que murió pocos minutos después cuando era conducida a un centro médico.
La versión policial, sin embargo, fue desmentida por varias imágenes de televisión que muestran cuando el secuestrador es introducido, vivo y sin rastros de sangre o heridas, en un vehículo de transporte de detenidos.
Pese a dichas imágenes, la Policía informó de que el secuestrador murió cuando era conducido al hospital Souza Aguiar, ubicado a varios kilómetros de distancia del lugar del incidente y aunque había otros centros médicos más cercanos.
Los especialistas entrevistados por Globo, entre ellos el investigador José Vicenta da Silva, un experto en seguridad pública, también pusieron en duda la posibilidad de que el delincuente hubiese sido el autor de los disparos que provocaron la muerte de la rehén. Ello debido a que las imágenes de televisión muestran que, antes de que el delincuente disparara las pocas balas que aún quedaban en su arma, otro disparo alcanzó a la mujer y la derrumbó en forma inmediata.
Las sospechas de los especialistas llevaron a la gobernación de Río de Janeiro y a la Procuraduría General de la República a ordenar una exhaustiva investigación sobre la operación policial y sobre la capacidad de la policía para hacer frente a crisis con rehenes.
El presidente de Brasil, Fernando Henrique Cardoso, criticó en forma enérgica «la falta de acción rápida de la policía» (ver aparte).
Las dramáticas escenas captadas por varios cadenas de televisión y transmitidas a todo el mundo registraron los momentos en que el asaltante, que cubría su rostro con lentes oscuros y una gorra, apuntaba a la cabeza de sus rehenes con el arma, cuyo cañón introdujo en la boca a una de ellas.
«Fue un hecho inaceptable», dijo el presidente Cardoso
RIO DE JANEIRO (DPA).- El trágico desenlace del secuestro del colectivo reavivó ayer en Brasil la polémica entre el primer mandatario Fernando Henrique Cardoso y el presidente del Congreso, Antonio Carlos Magalhaes, en torno de la participación de las Fuerzas Armadas en la seguridad pública.
«¿Si no es el Ejército, quién más?», se preguntó Magalhaes, para concluir luego que «no podemos seguir sin hacer nada».
Las declaraciones de Magalhaes llevaron el presidente Cardoso a embestir una vez más contra esa propuesta, agudizando el creciente deterioro de sus relaciones con el senador, quien es el principal exponente del oficialista Partido del Frente Liberal (PFL).
«Hay ideas que a veces nos entusiasman, pero que no tienen base. Utilizar las Fuerzas Armadas en la seguridad urbana no es una solución, y las involucrará en algo para lo cual no están preparadas», subrayó ayer Cardoso.
Según el mandatario, al contrario de la policía militarizada que está bajo el comando de las gobernaciones provinciales, los reclutas del Ejército «no son entrenados para enfrentar el narcotráfico, el crimen organizado y los motines en penales».
En otro frente, Cardoso se involucró en roces con el gobernador de Río de Janeiro, Anthony Garotinho, al fustigar explícitamente, en un mensaje en la cadena nacional de televisión, la acción de la policía carioca en el episodio del secuestro.
«Hemos presenciado horrorizados durante largas horas episodios de una violencia inaceptable que ocurrieron porque no hubo una acción más rápida de las autoridades», dijo el mandatario, contrariando al gobernador, quien defendió la actuación de los agentes en el sangriento episodio.
Cardoso aclaró que su manifestación fue motivada por el «estado de choque» en que quedó el lunes, tras seguir las escenas de violencia en Río de Janeiro, ampliamente documentadas por la televisión local.
«Yo me sentí en estado de choque y estuve todo el día deprimido por ver que no hubo una acción más eficaz ante tanta violencia», dijo.
RIO DE JANEIRO (EFE).- La policía brasileña mató a la mujer que era mantenida el lunes como rehén por un secuestrador en un colectivo en Río de Janeiro y, tras capturar al delincuente vivo, lo asesinaron cuando lo transportaba a un hospital, según sospechan varios especialistas en operaciones policiales. Según la autopsia, el secuestrador murió asfixiado.
Registrate gratis
Disfrutá de nuestros contenidos y entretenimiento
Suscribite por $1500 ¿Ya estás suscripto? Ingresá ahora
Comentarios