La pregunta: «¿Por qué?»
«Terroristas suicidas». Hasta ahora, ni responsables del gobierno ni de Scotland Yard pronuncian estas palabras en Londres. El hecho de que por primera vez jóvenes musulmanes que nacieron y crecieron en un país de la Unión Europea metiesen bombas en sus mochilas para hacerlas explotar matando en su propio país a todos los inocentes que pudiesen y a sí mismos es algo muchos no consideraban posible.
La perplejidad se ha abierto paso. «Eran jóvenes británicos normales de familias británicas normales. Uno jugaba al cricket. Los padres tienen un quiosco de 'Fish and Chips' (pescado frito y patatas). ¿Qué los llevó a convertirse en terroristas suicidas?», se preguntó el «Daily Mirror». También el «Daily Mail» tituló: «Suicidas del barrio», y se preguntó cómo estos «retorcidos jóvenes pueden odiar tanto este país». Para las fuerzas de seguridad británicas, una pesadilla que temían desde hace tiempo se convirtió en realidad con los atentados de los jóvenes de Leeds y Luton.
Hombres jóvenes, desconocidos completamente para las fuerzas de seguridad, no fueron adoctrinados por clérigos radicales en países musulmanes, sino directamente en casa.
El Consejo de los Musulmanes en Gran Bretaña condenó los atentados y a los musulmanes que los perpetraron y subrayó que «nada en el islam puede justificar los malvados actos de los terroristas».
Los musulmanes británicos tienen razones para temer ser responsabilizados por las acciones de los cuatro terroristas. Y en juego está la unidad de la sociedad británica con su crisol de culturas.
La prensa conservadora no se contuvo mucho. «No puede pasar más tiempo sin que se diga. Las comunidades musulmanas albergan individuos asesinos que han decidido destruir la forma de vida occidental», comentó el «Daily Telegraph». Y el «Times» se preguntó: «¿Es realmente posible que nadie de su círculo tuviese idea de sus intenciones? ¿Desconocían realmente su círculo de amigos y sus camaradas musulmanes sus intenciones y planes extremistas?». Las comunidades musulmanas tienen una «enorme responsabilidad», indicó.
Anila Baig, londinense musulmana, intentó en «The Sun» encontrar posibles causas para lo sucedido. «Sé por propia experiencia que los jóvenes musulmanes se sienten alienados, rotos en dos por su obligación con dios y el conflicto de haber nacido y crecido en Gran Bretaña». Para la mayoría no es un gran problema, indicó, ven como una ventaja sus raíces a la vez musulmanas y occidentales. «Pero algunos no lo consiguen. No se sienten parte, aún cuando sean miembros con éxito de la sociedad», escribió.
Notas asociadas: TERROR EN LONDRES: Jefe del ataque habría huido del país y los suicidas llevaban una vida muy normal
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