La prueba de fuego
Manifestaciones, huelgas, bloqueos; la presión de la calle sobre Nicolas Sarkozy crece. «¡Seré el presidente del poder adquisitivo!», prometió Sarkozy durante la campaña. «Todavía estamos esperando», se queja Frédérique Becquerelle más de medio año después de la asunción de Sarkozy.
Junto a miles de empleados públicos, la enfermera de 44 años salió hoy a la calle en París para ventilar su enojo por los bajos sueldos y el recorte de puestos previsto. «Gano 1.550 euros al mes», explica Becquerelle. «¿Cómo voy a alimentar a mi familia si una sola baguette cuesta un euro?», pregunta.
Con la manifestación en la Place d'Italie, el movimiento de protestas contra el curso de reformas de Sarkozy alcanzó un nuevo punto culminante. Desde hace una semana, los ferroviarios mantienen detenida la vida pública con una huelga indefinida. Con el paro nacional de empleados públicos se sumaron las escuelas cerradas. Se cancelaron vuelos, no hubo correo. La coincidencia de las dos huelgas aumenta la presión sobre el gobierno para que encuentre una rápida solución. A los ojos de la población, los poderosos son automáticamente responsables por la paralización de la vida pública. (DPA)
Manifestaciones, huelgas, bloqueos; la presión de la calle sobre Nicolas Sarkozy crece. "¡Seré el presidente del poder adquisitivo!", prometió Sarkozy durante la campaña. "Todavía estamos esperando", se queja Frédérique Becquerelle más de medio año después de la asunción de Sarkozy.
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