La queja de «K» no cayó bien

BUENOS AIRES (ABA).- En la justicia federal porteña no cayeron bien declaraciones formuladas el martes por el presidente Néstor Kirchner, calificando de «lentos» los trámites que «se llevan adelante contra los represores por las violaciones a los derechos humanos».

«Esas manifestaciones no tienen razón de ser. Son por lo menos inoportunas», dijo una alta fuente tribunalicia, luego de que el magistrado Daniel Rafecas dispusiera ayer la detención de varios ex miembros de las fuerzas que actuaron durante la dictadura militar, entre ellos el coronel retirado Rubén Visuara y el ex agente de la SIDE, Raúl Guglielminetti, quien tuvo actuación en tareas clandestinas en la provincia de Neuquen.

Además de Rafecas, otros jueces federales se molestaron con las manifestaciones de Kirchner.

Entre otros, Guillermo Montenegro, quien está a punto de sentenciar que hubo un plan sistemático de robo de bebes durante el denominado «proceso», lo que agravará la situación de los ex generales Jorge Videla, Reynaldo Bignone, Cristino Nicolaides y Albano Harguindeguy.

Sobre la situación particular de Visuara, la fuente consignó que fue uno de los participantes de una comida en el Regimiento Patricios, de Palermo, hace unos años, que fue interrumpida por el entonces ex ministro de Defensa José Pampuro, a quien el presidente Kirchner había comisionado para averiguar si en esa reunión se estaba «conspirando» contra el gobierno.

Los portavoces consultados por este diario deslizaron que los «injustificados» reproches de Kirchner, pudieron estar más dirigidos a la falta de resultados en los llamados juicios de la verdad que se celebran en varias ciudades del interior del país como Mar del Plata, La Plata y Córdoba.