La reactivación de la obra pública no aparece
El presupuesto resulta más ambicioso, pero...
Marcelo Ochoa
Río Negro proyectó una fuerte inversión en obra pública para este año, planteando incluso duplicar lo construido en el 2012, pero la reactivación no aparece y la ejecución del primer bimestre estuvo por debajo de los últimos años.
El gobierno de Alberto Weretilneck elaboró este año un ambicioso presupuesto en obras con el propósito de revertir el descenso de la inversión del 2012 y también se logró con la incorporación de los distintos proyectos prometidos.
Así, el total de obras presupuestadas alcanzó los 965,3 millones frente a los 438 millones que fueron invertidos en el 2012.
Los “recursos específicos” –esencialmente, generados en aportes de Nación– conforman el 77 por ciento del diseño del 2013, casi 745 millones. Un tercio de total equivale a fondos federales para viviendas. Otro 21 por ciento se basa en el financiamiento de “créditos”, mayormente para servicios de agua y cloacas. El 2 por ciento restante –unos 21 millones– tiene origen en “Rentas Generales”.
En referencia a los organismos, el 60 por ciento se concentra entre IPPV, con 380 millones, y Obras Públicas, con 205 millones. Otro 29 por ciento pertenece a dos organismos, como el DPA, con 183,7 millones, y Educación, con 96,9 millones. El resto quedan para Vialidad (48,9 millones), Gobierno (38,8 millones), Legislatura (8 millones), Economía (3,8 millones) y Salud (500 mil pesos).
Allí, los números proyectados y destinados a la reactivación de la inversión pública. Esta intención no se ha concretado, por lo menos, en el primer bimestre, según los registros oficiales.
Es cierto que el Estado no expresa en enero y en febrero su mayor dinamismo, pero la conclusión de un sostenido declive se origina en la comparación de esos meses con sus similares de los ejercicios anteriores. La evolución de las partidas de construcciones –412 y 422– llegó a 56 millones en el inicial bimestre del 2013. Estos fondos comprometidos están por debajo de sus pares registrados en los últimos años. En el 2012 estuvo en 62 millones, incluso fue superior hasta el primer bimestre de hace cuatro, con 57 millones en el 2009.
Así, el nivel de construcción continúa en descenso y se requerirá una fuerte reacción para acercarse a los parámetros proyectados.
Números o partidas estipuladas frente la utilización o ejecución definitiva. En el Estado coexiste la tensión de esas dos dimensiones: la asignación técnica de los recursos por disponer, y el definitivo uso de los fondos disponibles. En Río Negro, esa situación se expresa actualmente en la pugna del ministro de Obras Públicas, Fernando Vaca Narvaja con su par de Economía, Alejandro Palmieri. Aquel empuña el diseño de las asignaciones originales y, en cambio, el economista dispone de los fondos a partir de las prioridades presentes. (AV)
Marcelo Ochoa
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