La relación con la gente se resquebraja
Minuto 44. Juan Ojeda tapa el disparo, pero el balón le quedó a Arrellano para el gol. Fue el comienzo del fin en la relación de River con su gente en la noche de Núñez. Una silbatina generalizada acompañó la salida de los jugadores de River hacia el vestuario tras finalizar la primera etapa.
Mucho se habló sobre de que manera recibiría el público «millonario» al equipo, luego de la aún fresca derrota ante Boca en el mismísimo Monumental, y jugando gran parte del encuentro con un hombre de más. La no muy numerosa convocatoria que se llegó hasta la cancha recibió con aplausos a los jugadores, que retribuyeron el gesto desde el círculo central, también juntando las palmas.
Pero en el ST, el equipo, que tuvo chances como para igualarlo, sintió la ira de su público después que Mora marcó el segundo para Chivas. La gente volvió a pedir por el «Burrito» Ortega. El eco aún retumba en la humanidad de Simeone.
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