La revolución educativa

Varios países latinoamericanos están a punto de hacer la inversión educativa más ambiciosa de su historia: entregar computadoras laptop gratuitamente a millones de escolares. Pero a medida que se acerca el momento, también aumentan las críticas al proyecto.

Antes de compartir con ustedes mi posición al respecto, veamos los hechos.

Después de años de investigación y negociaciones con docenas de gobiernos, el Laboratorio de Medios del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) está a punto de poner en marcha su programa sin fines de lucro de «Una computadora laptop por niño», que consiste en vender millones de esas máquinas portátiles de u$s 150 por unidad a cerca de una docena de países, incluyendo la Argentina, Brasil, Uruguay, Nigeria, Libia y quizás México. Si todo va como está programado, las laptops deberían empezar a llegar a esos Estados en julio.

Los gobiernos que compren estas computadoras las entregarán gratuitamente a los niños, especialmente en zonas pobres, para que se las lleven a casa y las usen para estudiar y entretenerse. La idea es cerrar la brecha digital que separa a los chicos pobres de los de las clases acomodadas y permitir una mayor igualdad de oportunidades.

La semana pasada tuve la oportunidad de ver y usar una de estas laptops en un programa de televisión que hicimos sobre este proyecto. La computadora parece un juguete de plástico. Se puede conectar a internet, intercambiar correos electrónicos y, además, tiene audio y video.

Cuando uno de los promotores del proyecto me dijo ante las cámaras que la laptop resiste el agua, decidí ponerla a prueba: le tiré un vaso lleno en el teclado. Al final del programa de televisión, casi una hora después, la computadora todavía andaba. Y la última vez que pregunté, dos días después, seguía funcionando sin problemas.

En áreas rurales donde no hay electricidad, los niños van a poder cargar las baterías de las laptops con un pedal, como en las antiguas máquinas de coser.

El ministro de Educación de la Argentina, Daniel Filmus, me dijo en una entrevista telefónica que si las pruebas son positivas, comprarán un millón de estas laptops. Las primeras 200.000 llegarían a fines de este año y las otras 800.000 a principios del año próximo, señaló.

«No podemos superar las deudas del siglo XIX, como la alfabetización, con métodos del siglo XIX», dijo Filmus. «Esta va a revolucionar la educación no sólo en las escuelas, sino también en los hogares''.

La secretaria de Educación de México, Josefina Vázquez Mota, me manifestó en otra entrevista que México está considerando seriamente comprar estas computadoras.

En ese país apenas el 0,5% de las familias en la pobreza tiene acceso a internet», dijo Vázquez Mota. «Para cerrar las brechas de la desigualdad, estamos evaluando con mucho entusiasmo esta propuesta''.

Pero los críticos afirman que el plan está destinado al fracaso, porque los gobiernos pronto encontrarán que harían mejor uso de su dinero invirtiéndolo en la capacitación de maestros. Además creen éstos se van a oponer a este proyecto, ya sea porque les asustan las computadoras o porque consideran que los niños deben aprender a leer y escribir correctamente antes que ninguna otra cosa.

«Si vas a gastar esta cantidad de dinero, deberías empezar por capacitar a los maestros», dice Marten Brienen, un profesor de la Universidad de Miami que se especializa en problemas educativos de la región andina. «Estás hablando de países donde el 30 al 40% de los maestros son sustitutos».

La semana pasada, en lo que podría ser un anticipo de los problemas por venir, la Secretaría de Educación de México canceló 14 contratos que había firmado en noviembre para expandir a 43.000 escuelas secundarias el programa Enciclomedia, un ambicioso plan de video educativo que les permite a los estudiantes complementar con videos lo que está escrito en sus libros de texto.

Aunque Enciclomedia seguirá su curso en 120.000 aulas de quinto y sexto grados, la porción de la escuela secundaria fue cancelada después de que un estudio de expertos de la Universidad de Harvard reveló que muchos maestros no sabían cómo usar la nueva tecnología o resolver problemas técnicos.

«El entrenamiento de maestros tiene que ser mejorado», me dijo Ilona Holland, la experta de Harvard que condujo el estudio. «Pero el programa de Enciclomedia por sí mismo tiene gran potencial y puede incrementar sustancialmente los logros de los estudiantes».

Mi opinión: si los países latinoamericanos logran combinar la inversión en laptops y programas como Enciclomedia, con una mayor capacitación de maestros, la región podría dar un impresionante salto tecnológico a la modernidad. Y si, además de eso, las laptops escolares de u$s 150 obligan a otros fabricantes de computadoras a reducir sus precios, ganamos todos.

 

 

ANDRES OPPENHEIMER (*)

Especial para «Río Negro»

(*) Periodista argentino. Analista internacional. Miami.


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