La sabiduría que duerme en los libros

Carina Furlan editó dos libros en uno.

Será presentado en junio en la ONU.»Todavía estamos a tiempo» y «Publicidad de otro planeta» forman un rico volumen.

SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- Dos libros en uno. «Todavía estamos a tiempo» y «Publicidad de otro planeta» fueron los títulos escogidos por la barilochense Carina Furlan para desplegar un pantallazo de su vida y el rumbo que a su parecer debería tomar la publicidad. Desde el invierno pasado puede encontrarse en las librerías locales y fue entregado en mano al Papa Juan Pablo II. Como si todo esto fuera poco, en junio será presentado en la Organización de las Naciones Unidas.

El original formato de la obra permite leer la primera parte, darla vuelta y comenzar a transitar su complemento. Haciendo caso a la sugerencia de la autora, es conveniente comenzar por las referencias biográficas que contribuyen a conformar una idea de quién es Carina Furlan bajo el título «Todavía…», con numerosas referencias a su creencia religiosa y los valores universales que deberían regir la actividad humana confluyendo en una propuesta ética comunicacional.

En las primeras páginas están resumidas las experiencias vividas por la joven autora entre mayo de 1996 y agosto de 1997 cuando decidió emprender la aventura de viajar a Estados Unidos para poner en práctica conocimientos adquiridos en la universidad. Antes de partir envió setenta cartas de presentación a las principales agencias publicitarias. Una serie de circunstancias la llevaron a una en particular. Residiendo en Manhattan vivió experiencias que enriquecieron su espíritu y dieron fuerza a su idea de cambiar algunos preconceptos de su actividad. Muchos de esos pensamientos quedaron plasmados en «Publicidad de otro planeta».

En esta parte de su libro expresa una visión futurista volcando ideales e intuiciones que a su juicio cambiarán las necesidades del público y de los creativos. «Porque crecí con la conciencia de un mundo mejor, porque es el sueño que me acompaña desde toda mi vida, por eso escribí este libro», refiere.

Sencilla pero efectivamente orienta al lector a presumir que «todos podemos ser arquitectos de este nuevo mundo. Sólo necesitamos una decisión personal, luego, valor y mucho compromiso. Tenemos que ser cada vez más los que trabajemos en esta tarea. Lo pide cada niño, cada alma que sufre, la tierra lo está pidiendo. Y porque toda sabiduría está escondida en la naturaleza… a ver qué cosas podemos empezar a descubrir».

Su necesidad de escribir un libro que dejara sentado su desacuerdo con algunos aspectos de la publicidad actual que «hace mucho daño y no se hace cargo de la responsabilidad social que tiene» encontró eco en Miguel Angel e Isabel que la animaron a emprender la tarea en España donde los conoció. El matrimonio peruano presentó el libro al Papa durante una audiencia privada.

«Lo profesional y lo espiritual son una sola cosa. Profesión es profesar en acción nuestro sentimiento interior», sostiene, agregando en otro pasaje que «Dios nos hizo libres y nosotros elegimos hacernos esclavos».

En este sentido augura que «cada vez el público va a ser más exigente y no va a aceptar que le vendan cualquier cosa. Publicidad mutiladora del alma (es) un delito que no se ve en lo visible pero si en el invisible. No nos deja ser nosotros mismos cuando (eso es) lo más valioso». Es necesario «aceptar que puede cambiar. No puede seguir violando la dignidad humana y mutilando almas. Tiene que ser veraz, servir para enaltecer la dignidad y para hacerse cargo de la responsabilidad social que le pertenece». Las funciones actuales de informar y persuadir irán variando hasta que en el futuro habrá una «publicidad atemporal, una comunicación consciente», anticipa.

En Manhattan, Carina vivió en una residencia para jóvenes en un convento donde cosechó numerosas amistades. Cuando participaba de un seminario en Francia adquirió la imagen de la Virgen de la Medalla Milagrosa en rue Du Bac que, tras largos trámites, fue entronada en la base del cerro Catedral después del incendio que destruyó algunas viviendas en la villa.

De vuelta en el país y con el ofrecimiento de editar un libro «antes de escribirlo y sin ser escritora» logró bajar sus ideas al papel en un mes.

Con la ayuda de Mariana Jacobone lo tradujo al inglés y ya está circulando por Europa. Según la autora, y basándose en comentarios enviados por lectores de diversos lugares del mundo, el libro «inspira mucha fuerza, mueve mucho a la gente».

Con la fuerza de lo verdadero

La anunciada presentación de su libro en la Organización de las Naciones Unidas prevista para el viernes 8 de junio a las 18 en el auditorio de la biblioteca Daj Hammarskjold de Nueva York fue «un gran impacto» para Carina.

La carta de presentación enviada «consiguió algo único, que las Naciones Unidas abra sus puertas a alguien ajeno a la organización», dijo.

A su juicio la tendencia actual «es la crisis. Los cambios sociales determinan que (haya cada vez más necesidad) de una comunicación consciente».

Las grandes empresas hacen publicidades sumamente costosas mientras «sobreexplotan a los obreros. La comunicación deberá reorientarse desde la honestidad, la honestidad y ayudar a construir».

Entre otros conceptos en el libro expresa que «nada tiene la fuerza de lo verdadero. El mensaje de los apóstoles permanece por algo. Por qué la comunicación actual no perdura? Porque es mentira para consumidores», sostiene.

La tenacidad por vivir sus sueños la llevó a lugares impensados. «No renuncies nunca a tus sueños, si ellos son lo mejor para vos, Dios te va a brindar todo lo necesario para transitar el camino. Transitarlo te a va hacer sentir vivo, ésto no tiene precio. No permitas que la vida simplemente te pase. No sabés lo que te estás perdiendo», concluye.


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