La seguridad no estaba a mi cargo, dijo Villarreal

El sindicado encargado de seguridad de República Cromañón, Raúl Villarreal, negó ayer ante el juez Julio Lucini que haya cumplido esas funciones en el local que se incendió el 30 de diciembre último, con 193 muertos, y aseguró que no tenía poder de decisión como para suspender un recital.

El imputado amplió a su pedido su declaración indagatoria «para explicarle al juez de manera detallada cuáles eran las tareas que cumplía» en el local que explotaba su «amigo» Omar Chabán, procesado con prisión preventiva por el hecho.

Durante dos horas, asistido por su abogado Albino Stefanolo, Villarreal trató de convencer al juez Lucini de que «no estaba en sus manos» haber podido evitar la tragedia, contó el letrado tras concluir la audiencia realizada en el Palacio de Tribunales. El imputado, para quien el fiscal Juan Manuel Sansone pidió procesamiento como autor de homicidios por dolo eventual (se tendría que haber representado el desenlace), dijo que carecía de poder de decisión como para ordenar alguna medida preventiva. «Para evitar lo que ocurrió, se tendría que haber detenido el recital y eso sólo lo podían hacer el organizador del show o los músicos», expuso Villarreal de acuerdo a su defensor.

Villarreal relató que él se ocupaba de las «relaciones públicas» y de evitar problemas con los vecinos del local, ubicado en Mitre 3.066, en el barrio de Once de capital. «Los vecinos» son un hotel de pasajeros y un albergue transitorio que flanqueaban a la discoteca donde se produjo el siniestro y que reclamaban «tranquilidad» a los responsables de Cromañón.

Villarreal «ordenaba una fila, recibía a los invitados, pero de ninguna manera tenía el poder de decisión como para ordenar la suspensión del espectáculo», acotó Stefanolo. El abogado calificó de «absolutamente incorrecto» que el fiscal haya encuadrado a la responsabilidad de Villarreal como la de coautor de homicidio por «dolo eventual», con una pena equivalente al que actúa con intención de delinquir. (Télam)