La selección en su laberinto

El equipo mejora en su juego, pero no logra ganar. Qué hacer es la cuestión.

«Hicimos las cosas bien. Nos queda la bronca porque merecimos ganar. Es muy obvio que sólo faltó el gol», expresó Javier Mascherano, la figura de la Selección que empató el domingo sin goles ante Paraguay. Palabras más o menos, la misma explicación repitieron sus compañeros.

¿Por qué no tuvo gol Argentina? ¿Acaso Marcelo Bielsa no puso en la cancha tres jugadores acostumbrados a convertir como Hernán Crespo, Javier Saviola y Carlos Tevez? Lo cierto es que en los últimos dos partidos la Selección obtuvo un punto sobre seis y sólo convirtió un gol.

Como mencionó Bielsa, «los que solucionan los problemas suelen ser los que no están en el equipo». Y él mismo se apoyó en esa frase para analizar la carencia de gol. «Los espacios estuvieron muy reducidos. No tuvimos contundencia, nos faltó por ahí ese pase filtrado por el centro del ataque. Para ser más gráfico: no tuvimos los pases de (Ricardo) Bochini», ejemplificó Bielsa, aludiendo al ex crack de Independiente. Sin Pablo Aimar y ni Juan Román Riquelme, el seleccionado extrañó ese toque sutil y distintivo que coloca a un delantero mano a mano con el arquero.

El público no reaccionó

contra Bielsa, al margen de un puñado de banderas hostiles. Ante el marcador inamovible, los espectadores optaron por la indiferencia. Contra Paraguay hubo siete jugadores que no estuvieron en el fracaso del último Mundial (Abbondanzieri, Heinze, Luis González, Mascherano, Tevez, Saviola y Rosales). Entonces, si no estuvieron los «culpables», si jugaron «los jugadores que pide la gente», si la Selección contó con una docena de oportunidades para convertir, ¿por qué los hinchas iban a insultar al entrenador? «Más no se pudo hacer», sentenció Crespo.

¿Alguien habrá pensado que la responsabilidad de lo que sucede en un partido también pasa por los jugadores? «¿Por qué si tenemos los mejores sufrimos todo el tiempo?», podía leerse en una bandera.

Ahora bien: ¿tenemos a los mejores? ¿Cuántos argentinos entrarían en un hipotético ranking de los 10 mejores futbolistas del mundo? De los titulares, Samuel, Ayala, Heinze, Sorín y Mascherano son los que gozan de un mejor presente, sin que ninguno de ellos sea de esos futbolistas que deciden el curso de un partido.

«Sé que no estoy en mi nivel», reconoció Tevez, antes del partido. Crespo busca su mejor forma luego de una temporada cargada de lesiones. «Creo firmemente en Crespo y tiene mi respaldo. Aunque sé que no está en su mejor versión», observó Bielsa. Quizás Saviola pueda ubicarse un escalón por encima de los tres.

En el horizonte inmediato de la Selección su compromiso más importante está en la Copa América. Bielsa dará la lista en una semana. Ante Paraguay estuvieron varios intérpretes que la gente ilusiona ver juntos.

Hubo ráfagas de buen fútbol, pero no se ganó. Bielsa mostró un esquema más flexible. Habrá qué ver si esas señales se repiten o si sólo se trata de un gesto ocasional. (ABA)

El derrumbe de la 'Celeste'

«Humillados», «Pesadilla», «Apagaron el respirador», fueron algunos de los conceptos utilizados ayer por los diarios de Uruguay para sintetizar la estrepitosa goleada de 0-5 ante Colombia, por las eliminatorias.

El diario El País, bajo el título a toda página de «Humillados», agregó que «Colombia también se divirtió con Uruguay» y precisó que «los celestes tocaron fondo», al tiempo que recordó que «la selección recibió 11 goles en tres partidos y quedó penúltima».

El Observador, sobre la foto de un «metegol» y bajo el título «A lo nuestro», en alusión a abandonar el fútbol real, indicó que «desde 1957, Uruguay no recibía una paliza como la de anoche».

«Hizo historia», agregó y añadió irónicamente «Cerrá y no vamos…».


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