La Tangó Candombe, fusión con historia

Los músicos regionales Esteban Gajardo, Sergio Jara, Juan Cruz Olivera y Rodrigo Gajardo regresan a sus pagos después de pasar por el Mundial de Tango. El viernes 29 se presentan Casa de la Cultura de Roca.

MÚSICA

Después de presentarse en el Mundial de Tango 2014 en Buenos Aires, La Tangó Candombe , toca hoy a las 23:30 en Casa de la Cultura de Roca, anticipando material del próximo disco “Punta de rieles”, recientemente grabado en La Plata. Las entradas anticipadas se pueden adquirir llamando a 42-3710 / 2519.

La Tangó Candombe rescata formas originarias de la música argentino-uruguaya, fusionando milonga campera argentina y candombe afrouruguayo, como lo hiciera Gabino Ezeiza, apodado el Negro, (1858-1916), músico y payador afroargentino.

La Tangó Candombe está formada por Esteban Gajardo en guitarra, el armonicista Sergio Jara, Juan Cruz Olivera en bajo) y los tambores de Rodrigo Gajardo.

Apenas llegados a Roca, los hermanos Gajardo dialogaron con “Río Negro” definiendo la identidad de su tarea.

“La Tangó Candombe es una mirada nostálgica del tango, en verdad. Una mirada de lo que puede hacer sido el tango del 1900. Del cual, lamentablemente, no ha quedado registro por cuestiones tecnológicas”, define Esteban.

-(Rodrigo, ahora) No escribían sus partituras en la época, los morenos que agitaban el ritmo en Montevideo y Buenos Aires.

-Entonces, el trabajo es de reconstrucción…

-(Esteban nuevamente) Sí, de reconstruir los primeros tangó candombes, teniendo presente que las originarias orquestas de tango estaban formadas por negros. Eso mucho no se cuenta, pero así fue. Y procuramos reconstituirlo…

También retomamos la obra de Gabino Ezeiza, autor de “Heroico Paysandú”, tema que a su muerte, el dúo Gardel-Razzano cantó en su homenaje y años después, el Zorzal Criollo llevó al disco. Gabino demostró la conexión entre la milonga y el candombe, y nosotros retomamos esa idea madre e interpretamos las clásicas obras de la música rioplatense, por dar un ejemplo, “La trampera” de Aníbal Troilo, trasladada a cómo pudo haber sido, de haber existido en 1900. Eso da por resultado, una suerte de afro-canyengue, un estilo igualmente bailable, más festivo que la milonga tradicional, al tener esta mezcla de milonga gaucha y candombe uruguayo.

-Rodrigo, que tambores tocás?

-En este proyecto solo uso dos de los tres del candombe. Me alcanzan para emular los milongones, como llamaban los negros antiguamente al candombe. Ezeiza incorpora la guitarra y se da cuenta que, rítmica y armónicamente son hermanos. Ahí pasa de milongón a milonga. Específicamente toco piano, el tambor más grave, y repique, el del medio. No uso el chico (más agudo) porque no tiene sentido para acompañar el canyengue que tocamos.

-De este lado del Río de la Plata, Esteban, el desconocimiento de la negritud es más fuerte que en la Banda Oriental.

-Es verdad. En el Uruguay se comprende, se aprecia mucho más, se interpreta mejor y se toma como algo más natural. En Buenos Aires, lo que hacemos, causa un poco de asombro, aunque tenemos una recepción fantástica. Hace poco estábamos en Los Laureles Tango, bar declarado Notable por el gobierno de la ciudad, que se conserva desde 1890 y pico como tanguería, y fuimos parte del mejor ensamble con los bailarines que concurren allí. En un momento parecía un viaje en el tiempo…

Pero, sí, tenés razón y hasta es un poco triste. Se debe también a una situación que trasciende el tango, que de un tiempo a esta parte está siendo considerada de otro modo, hay un revivir de la cultura nacional, del folclore, el tango y la milonga. Nosotros somos oriundos de Roca, Allen, Cipolletti y Neuquén, ciudades que fueron fundadas hace poco más de cien años tras la llamada conquista del desierto. En esa campaña militar, se puede consultar en cualquier bibliografía, participaron gauchos y afro-porteños como tropa, que trasladaron consigo su legado musical. La cultura gauchesca no nos es ajena, pero la población afro fue diezmada por las guerras, el hambre y las enfermedades. Mi hermano trajo el candombe del Uruguay a la región, hace casi ya veinte años, junto con el percusionista y gran amigo, Hugo Piriz; y con La Tangó candombe hemos podido fusionar la milonga gaucha con el candombe de la otra orilla.

– Entre nosotros, negro, es una palabra usada comúnmente como despectivo, y en Uruguay, es el moreno que puebla las calles de Montevideo.

-Es así y eso también colabora en la falta de comprensión y arraigo de este género que ya tiene un siglo largo de vida encima. Corrobora Rodrigo. Igual ha quedado en San Telmo, Barracas y La Boca, lo poco que llegó hasta nuestros días y se ha ido multiplicando en las últimas décadas.

-¿Qué expectativas tienen para Casa de la Cultura, en su pago chico?

-Muy buenas. Nosotros tocamos y también milongueamos, así que conocemos mucho el ambiente. Venimos a tocar para un sinnúmero de amigos, como Suburbio Tango de Nora Costanzo y el “Negro Mágico” Mauricio Bustos; Barda Brava Tango Club de Jorge Ortiz y Victoria Zanón; Alas de Tango de Alexis Borocci y Florencia Portel, todos de Roca; y deNeuquén, Laura Sidera y Mauricio Monzón. Para los cuales, toca La Tangó y es como que juega Boca.

-Habría que decir, como jugaba Boca… (Reímos todos)

-No fui muy oportuno con la analogía, concluye Esteban.


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