La tarjeta y otras yerbas,Por Pablo Fernando Tomasini06-12-03

Estamos acostumbrados a esconder los debates en esta provincia. Nos debemos debates centrales que se esconden debajo de la alfombra.

No es muy creíble que se pretenda evitar el clientelismo con mecanismos de bancarización de los más pobres, donde se va a evitar la posibilidad de que los subsidiados compren en pequeños negocios que, en este marco, no pueden ni siquiera formalizar su situación para instalar un «posnet».

Tomar un bondi, impensable; pagar un alquiler, ni hablar; acceder a medicamentos, tampoco; tomarse una cerveza (pecado capital tratándose de un pobre), prohibido.

¿Estas son políticas sociales? Otorgar un subsidio con «tarjeta de crédito», entregar una caja de alimentos que la provincia paga $ 80 cada una y no tiene adentro más de 30 pesos en mercadería.

Bancarizar el Iadep y sus fondos, en el marco de la nueva propuesta de dependencia del Banco Provincia, ¿es realmente una política estratégica? Podemos generar desarrollo social, atando producción, por ende financiamiento al sector marginado de la sociedad, con capacitación y asistencia técnica para sacarlo de la crisis del desempleo o podemos bancarizar todo, o sea, alejar herramientas del sistema de la posibilidad de salida para los desocupados y subsidiados.

No tenemos debate estratégico en esta provincia y estamos bancarizando todo, con lo cual cabe sospechar que en realidad es al Banco Provincia al que hay que salvarlo.

Sería bueno que el Banco Central informe sobre los encajes del Banco Provincia del Neuquén. Por lo menos para sacarnos a los neuquinos las dudas sobre un organismo que es de todos, que no nos da información y que lleva sucesivas capitalizaciones sin las explicaciones del caso.

Más allá de todo esto, es indispensable tomar con integralidad una política social. El subsidio, la caja, los bonos de gas, la leña, etc. son asistencias. ¿No sería factible que todo esto se unifique, se canalice a través de los municipios, en el marco de un buen seguro de desempleo?

Sin duda que habrá que hacer funcionar estrategias de educación y capacitación, y el desarrollo de aspectos del turismo, la minería, lo agropecuario, el petróleo y el gas, la pesca, la construcción, la forestación, el transporte, las comunicaciones, para allí buscarle la salida a través del asociativismo en el marco de una política estratégica.

¿Será que queremos esconder otra vez estos debates?

Debatir sobre la tarjeta implica no debatir sobre el fondo, ¿pueden nuestros compatriotas vivir con $150? Claramente no.

Señor gobernador, con el respeto que la legitimidad del resultado electoral de setiembre le otorga, me ofrezco a aportar a las soluciones de estos problemas con la humildad de tener mi propia visión de la realidad.

Un diagrama de desarrollo local y regional y un buen seguro de desempleo darán la posibilidad de una política de desarrollo social sin clientelismo, con solidaridad y eficacia.

Cambiar la palabra «regalías» por «planificar, reconvertir, cambiar, innovar, vincular, anticipar, exportar… creatividad social, productividad, desarrollo sustentable, autoempleo, emprendimientos, gestión participativa, son los nuevos paradigmas que debemos debatir, sin estridencias pero con convicción y altura.

 

 

(*) Diputado electo de Unión por Neuquén


Estamos acostumbrados a esconder los debates en esta provincia. Nos debemos debates centrales que se esconden debajo de la alfombra.

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