La Top Race garantiza una verdadera batalla en elcircuito roquense
Las pruebas no se suspenden por la lluvia y el espectáculo se pondrá en marcha a las 9.Bini hizo la "pole" para la primera prueba. Lorca decimonoveno y Dupouy trigésimo.
La programación comenzará muy temprano y los atractivos son muchos. Habrá para todos los gustos. La Top Race tiene dos pruebas, pero también se presentarán las categorías complementarias, como el «Desafío Cup», el GT-2000 y la monomarca Gol.
El público no se equivoca. No por nada, a pesar de la lluvia, muchos aficionados se instalaron desde temprano en el autódromo roquense. Y la verdad, que deben haber disfrutado de cómo se maneja a gran velocidad. Es que la Top Race, de sus treinta y cinco pilotos, tiene a muchos con experiencia, consagrados en categorías superiores como el TC.
¡Había que acelerar con las condiciones de pista que presentó el circuito roquense! Y lo hicieron, los nueve mejores con gomas slicks, tal cual… Algunos de costado, otros administrando lo mejor posible la tremenda potencia de sus autos. En fin, fue un verdadero espectáculo bajo la lluvia.
Los ensayos, tanto con piso seco como húmedo, sirvieron para perfilar candidatos. Y a la hora de la verdad, como es la clasificación, Martín Palavecino sorprendió en el primer turno y se quedó con el mejor registro. Recién lo bajaron los que salieron en la segunda tanda.
Durante un buen rato estuvo con el mejor tiempo Alejandro Occhionero, aventajando por apenas dieciocho centésimas a un Traverso que dio gusto verlo manejar en el agua.
Es más, cuando más llovía y pasaban los minutos daba toda la impresión que el «tablero» ya no se movería más.
Error, en el último intento el «Gringuito» Bini sacó de la «galera» una vuelta impecable y se quedó con la «pole».
Durísima la clasificación, una verdadera batalla de tiempos, como se pronosticó. José L. Di Palma quedó quinto y su hermano, el «Pato», debutando, se ubicó octavo.
De los que pelean por el título, el mejor Daniel Belli, quien se metió décimo, seguido por Marcos Di Palma. Decimotercero quedó Julio C. Catalán Magni. ¿Y el líder Diego Aven-tín? Clasificó en un inusual vigésimo cuarto lugar, que lo condiciona mucho para lo que viene.
De los regionales, Lorca se ubicó decimonoveno con su Toyota Corona. Sorprendió su adaptación en los ensayos, ubicándose sexto en la primera tanda. Después, se complicó con la lluvia, porque el equipo no disponía de muchos elementos para cambiar la puesta a punto de su auto. Igual, demostró que está para pelear.
En relación con Dupouy, las expectativas eran las mejores. ¿Sintió la presión? Tal vez. La cuestión es que no pudo aprovechar una sola vuelta en clasificación. Se equivocó con la elección de las gomas y lo pagó caro. Primero se despistó en el curvón y después le costó una enormidad dosificar la potencia de su auto. Su trigésimo lugar lo condiciona, pero todavía hay dos pruebas por delante. Una lástima, por el esfuerzo del equipo.
A las 10.30 se disputará la primera prueba, a veinticuatro vueltas o cuarenta minutos. En un circuito complicado como el roquense, avanzar costará mucho. Y ni que hablar, si sigue la lluvia.
Para las 13.15 está programada la segunda prueba, con la grilla invertida para los que estén en la misma vuelta que el ganador de la primera.
Se viene un espectáculo imperdible. Por la lucha de marcas, por la calidad de los pilotos.
En definitiva, por el gran momento que está atravesando la Top Race, que afronta una fecha clave de su certamen en el circuito roquense.
«Trabajamos un poco en la suspensión y funcionó»
Los nueve más rápidos en la clasificación de la Top Race lograron sus tiempos utilizando neumáticos slicks, a pesar que llovía y en forma intensa. El dueño de la «pole» Alejandro Bini aseguró que «usé las gomas comunes porque no tenía otras».
Enseguida agregó que «por eso pedí salir en la segunda tanda. Si se juntaba más agua, me prestaba sus gomas el «Pingüino» (por Julio C. Catalán Magni), pero no hizo falta».
Comentó que «trabajamos un poco en la suspensión y funcionó. También le sacamos presión a las gomas. El auto quedó bien equilibrado».
Apuntó que «si sigue lloviendo voy a tener que salir a conseguir las Kanckook, que son las gomas homologadas que tiene la categoría, sino habrá que darle con las lisas».
Otro de los que explicó cuál fue el motivo que lo llevó a inclinarse por las slicks fue el eterno Juan M. Traverso, quien apuntó que «las gomas para lluvia que tiene la Top Race son para usar cuando se junta mucha agua, por eso me decidí por las lisas y salió bien».
«El circuito estaba con poca agua, por eso las gomas comunes funcionaron mejor que las ancorizadas, se notó en los tiempos de clasificación», comentó Traverso.
El duelo y sus dos protagonistas
El negocio funciona si se pelean.
Olavarría, 5 de abril de 1998. Faltaba poco para la final de TC, cuando Marcos Di Palma comentó cómo iba a encarar la prueba. «¿Quién larga adelante mío? ¿Traverso? ¿Quién es? ¿Ganó algo? Lo voy a pasar por adentro en aquella curva».
Juan M. Traverso nunca soportó demasiado a los jóvenes que se atrevieran a ignorar sus pergaminos y, menos, a que le mojen la oreja. Pero aquel día, quizá pensando en la eterna amistad con su padre Rubén Luis, se la perdonó.
El 12 de julio, de ese mismo año, en el «Gálvez», la historia cambió. Se rozaron en la última serie y ambos fueron al pasto. Marcos volvió rápido y terminó segundo. El «Flaco» tardó más y llegó decimoséptimo. Entrando a boxes, Traverso le pegó de atrás con su Ford Falcon violeta al Chevrolet de Di Palma.
Marcos cruzó el auto, se bajó y lo encaró. Cara a cara, el hombre de 47 años empujó al de 25 y su manotazo dio en el casco. El arrecifeño levantaba los brazos mostrando una inocencia que su cara disimula bastante bien.
¿Qué pasó minutos después?
«Traverso es un excelente piloto pero como persona es una mierda. El es un ídolo y no tiene que denigrarse de esa manera. Vino a cojudear. Si se pasó, mala leche. Yo quería decirle que tuviera cuidado porque acá también hay uno pesado. De la puerta para afuera me le animo a cualquiera. Si viene a pedir disculpas las acepto y si no, no me quita el sueño. Al menos le demostré que no soy ningún cagón, por si se hace el guapo otra vez», tiró «Marquitos».
El «Flaco» quedó afuera de esa final. Ni la vio. Antes de escaparse con su Jaguar negro, habló. «Actuó mal en la pista y fuera de ella. Es una lástima, porque maneja bien. Lo que pasa es que a los jóvenes no les gusta que los viejitos les ganen. Se bajó a pelear como si estuviera en la calle. Se hizo el canchero, pero este viejo también es canchero», disparó.
Las pruebas pasaron desde aquella agarrada. Una de las últimas picantes fue este año en el TC, cuando se rozaron en una final.
«No le voy a decir nada a ese pibe. Directamente le voy a dar un bife. Es un pelotudo. Tiene un auto de otro planeta para ganar de punta a punta y estaba atrás. Era lógico que empezara a escalar posiciones, pero al único que jodió fue a mí. ¿Si voy a hablar con las autoridades? ¡No! Si ya saben lo que pasa y quién es quién. Están esperando que ese chico mate a alguno. Porque no puede correr así», lanzó Traverso.
Marcos respondió: «¿Traverso…? ¿Estaba dentro de la pista? No lo vi. Andaría por atrás».
Hoy, en Roca les toca verse las caras en el Top Race. Y por ahí se cruzan…
En la pista o fuera de ella. Hasta ahora en Roca, el «Flaco» se mostró lejos de las polémicas. Y Marcos, como siempre, al que se acercaba a pedirle un autógrafo, le expresaba un «querés mi firma, te borró la de éste (por Traverso)». A los chicos no les quedaba otra que llevarse en el papel la firma de uno de sus ídolos tachada.
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