La tosca fragua del herrero
Cuando todavía no existe un diagnóstico certero sobre el futuro de la UNC después de la toma estudiantil, "Río Negro" consultó a dos de los principales protagonistas de los sucesos que sacudieron a la casa de estudios durante el último mes. Daniel Boccanera, decano de la Facultad de Ingeniería, quien mantuvo una posición contraria a la eliminación de las acreditaciones de la Comisión Nacional de Evaluación y Acreditación Universitaria (Coneau) y Jorge Luis Girardin, decano de Ciencias Agrarias y uno de los mentores del cambio que consagró el Consejo Superior el viernes pasado.
Al analizar estos períodos es inevitable recordar a algunos autores que comparan las crisis, y sus cambios asociados, en la universidades con grandes fraguas metalúrgicas, pero no fraguas de orfebres sino fraguas de herreros donde toscamente y en caliente se van modelando los cambios que apuntan a la universidad del futuro. Concluidas las falsas opciones y afirmaciones: querer ser acreditados o no, títulos válidos vs. títulos no válidos, cierre de facultades, temor a las acreditaciones, y otros tantos, en los que incluyo opciones descalificantes que no merecen el mínimo análisis pero que los hechos confirman su falsedad, se llegó finalmente a la real definición que tenía inevitablemente que tomar nuestra universidad con respecto a la Ley de Educación Superior y a su principal instrumento de aplicación en las universidades nacionales que es la Coneau. Extrañamente a más de dos meses de iniciada la discusión en función de la resolución de Ciencias Agrarias que acordaba plenamente con el inicio de la evaluación pero no en el marco de la LES a través de la Coneau, aún había consejeros que fundamentaban las ventajas de la evaluación confundiendo evaluación con acreditación por la Coneau. La necesidad de la evaluación no estuvo en duda en ningún momento, pero hay integrantes del cuerpo que aún no lo comprendieron a pesar de las numerosas discusiones en foros jornadas y asambleas que se realizaron en este período. Vivimos momentos de fuertes tensiones, de revisión de conceptos, de arduas discusiones, momentos que exponen las grandezas y las bajezas, no de la institución sino de los integrantes de ella, trabajar sobre estos aspectos es una de las tareas pendientes que nos quedan.
No queda duda que institucionalmente hemos dado un gran paso, hemos reivindicado lo expresado en el 95 durante la discusión de la LES que culminó entonces con su rechazo y la no adecuación del Estatuto de la UNC a la LES y hemos agregado otro hecho fundacional a la historia de esta joven universidad. Creo que la incapacidad de comprender este carácter dilató innecesariamente el conflicto, somos una universidad joven heredera de la Reforma preocupada por su desarrollo académico y científico, con un fuerte vinculo con organizaciones sociales y de derechos humanos, en nuestros doctores honorarios abundan los ejemplos entre otros Don Jaime, Galeano, Serrat… La presencia de las Madres de Plaza de Mayo es un hecho que nos honra junto con la presencia de organizaciones sociales que se apropian informalmente de la universidad y también de sus conflictos, estas características que pueden no ser únicas nos hacen diferentes a otras universidades, esto es lo que se ponía en juego y es lo que explica la magnitud de la respuesta y lo prolongado del conflicto, mas allá de abundantes errores en la conducción de la gestión rectoral que agravaron la situación. La Reforma del 18 lleva casi 90 años e indiscutiblemente significó socialmente la democratización de una estructura de elite cuando logra incorporar a las capas medias de la población a la universidad, es hoy imprescindible ponerse a trabajar en un nuevo modelo de universidad que incorpore a los sectores que aún no tienen plena participación, que desea ser reconocida por la calidad de sus actividades académicas, científicas y de inserción social destacando en esto la defensa de los derechos humanos, contribuyendo al desarrollo de la sociedad regional, asociativa y solidaria y por su compromiso con los procesos culturales autóctonos y los derivados del choque y encuentro de culturas. Esto no se relaciona en nada con los criterios de la Coneau.
Jorge Luis Girardin
Decano de Ciencias Agrarias
Nota asociada: CRISIS EN LA UNIVERSIDAD: Incertidumbre por el futuro de la UNC después de la toma
Nota asociada: CRISIS EN LA UNIVERSIDAD: Incertidumbre por el futuro de la UNC después de la toma
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