La trigésima edición entró en la historia

La trigésima edición de la «Vuelta de la Manzana» entró en la historia, con la realización de la ceremonia de premiación. No se vivió el clima de fiesta de otras realizaciones, como tampoco fue tan numerosa la concurrencia. Todo lo contrario a lo que resultó la carrera, que tuvo un desarrollo espectacular y convocó a una multitud, como hacía tiempo no se observaba.

La ya clásica ceremonia arrancó cuando ya se había cerrado el pasado domingo y hubo que esperar bastante para que los protagonistas recibieran sus premios.

El escenario elegido una vez más fue «Aquelarre» y los mayores aplausos se los llevaron algunas protagonistas de pasadas ediciones de la «Manzana», como ocurrió cuando subió al escenario para recibir una distinción «Joselo» Gómez -como el piloto que en más ediciones participó- y en la recordación del desaparecido Horacio Jorge Santángelo, el primer regional en ganar esta mítica prueba.

El resto transcurrió sin mayores cosas para destacar. Los discursos de rigor y un par de videos sirvieron para animar una ceremonia que arrancó demasiado tarde, aplacando el ánimo de la concurrencia con una prolongada entrega de presentes por parte de la AVGR a auspiciantes y autoridades de los gobiernos provinciales, entre otros. Quizás, este tipo de reconocimientos se podrían realizar en otro momento, para que la fiesta de coronación sea exclusiva de los pilotos y navegantes, verdaderos protagonistas de cada carrera.

Aparte del encanto que tiene esta prueba «manzanera», otro de los atractivos era su fiesta de clausura. Algo que se extraña de unos años a esta parte.

En el cierre de la ceremonia, los pilotos del rally argentino le entregaron un presente al presidente de la AVGR, Jorge Martínez.

Y allí fue cuando se mencionó la posibilidad que la entidad roquense organice antes de fin de año una prueba del citado certamen argentino por caminos aledanos a San Martín de los Andes, Junín de los Andes y Villa La Angostura, en noviembre.