La UCR se cohesiona y dibuja su futuro político

"Blancos" y "rojos y blancos" iniciaron negociaciones sobre candidaturas con miras al 2001. El partido no alentará la candidatura de Arriaga y buscará su propio hombre para la gobernación. Mendioroz y Falcó despuntan para senadores.

La UCR rionegrina ajusta su estrategia para ganar las elecciones del 2001 y 2003.

Sostenido por la importante cuota de poder institucional que tiene, el partido dibuja incluso una expectativa: seguir siendo un bloque hegemónico en la política provincial, más allá de los mencionados procesos electorales.

Y para comenzar a recorrer ese trayecto, el radicalismo apeló a su historia. Esa que habla de la existencia de un método que hasta ahora le dio buenos resultados: forjar la táctica y avanzar en la definición de candidaturas vía acuerdos entre las dos líneas dominantes en su frente interno.

El primer paso en función de los objetivos se dio el lunes a la noche, en Viedma.

Sobre la casa del vicegobernador Bautista Mendioroz convergió el núcleo duro de la lista Roja y Blanca -el gobernador Pablo Verani, el ministro de Salud y Acción Social, Daniel Sartor, y el legislador Luis Falcó. Ahí los esperaba la cúpula de la lista Blanca: el anfitrión y los diputados nacionales y provinciales Jorge Pascual e Iván Lázzeri.

Cabe recordar que la «Roja y Blanca» ejerce desde el «87 -cuando venció a la «Blanca» con más del 60% de los votos-, un amplio dominio de la estructura partidaria.

Sin embargo, los «rojos y blancos» usaron ese poder para definir unilateralmente políticas partidarias. En general buscaron ejercerlo sin marginarse de buscar consensos con los «blancos».

Pero el encuentro del lunes arrojó coincidencias entre ambas bandas de la interna. Veamos.

Se estableció que si bien es prematuro buscar definiciones de candidatos a gobernador por la Alianza para el 2003, el «tema se está instalando y no se podrá eludir».

Fue entonces que el cónclave reflexionó sobre si el radicalismo estaría dispuesto a respaldar la candidatura del intendente de Cipolletti, Julio Arriaga. Como se sabe, se afiliará al Frente Grande y cuenta -entre otros- con el respaldo del vicepresidente de la Nación, Carlos Alvarez, para postularse como candidato a gobernador por la Alianza.

En casa de Mendioroz, Verani y Sartor -los radicales rionegrinos con mayor predisposición a alentar los planes de Arriaga- definieron sus coincidencias con el jefe comunal.

– Siempre estuvo cerca de nuestro gobierno…Nos acompañó lealmente y cuando fue tentado por el peronismo para respaldar a Duhalde, se sumó a De la Rúa. Es un buen compañero de ruta- dijo Verani en un momento del palique.

Sin embargo, ninguna de las laudatorias reflexiones sobre Arriaga que desgranaron Verani/Sartor tuvo la intención de forzar decisiones en su favor.

Es más, con reflejos entrenados para el manejo del tema, se allanaron rápidamente a una convicción dominante en el resto de los dirigentes allí reunidos: el radicalismo debe defender la Alianza, pero debe buscar su propio candidato a gobernador.

– Nosotros no debemos empujar la candidatura de Arriaga. Si la logra, que sea por mérito propio y entonces lo apoyaremos…Pero debemos tener nuestro propio candidato- dijo Mendioroz.

– Tenemos experiencia en construir candidatos por consenso… Cuando Osvaldo Alvarez Guerrero se iba, armamos a Massaccesi y cuando éste se fue, todo me miraron a mí- reflexionó Verani.

– Debe quedar en claro entonces que nos tenemos que poner a trabajar. Y también que si Arriaga es candidato, es porque los radicales hemos fracasado… No lo digo en desmedro de Julito. Señalo simplemente que los radicales no habremos sabido generar herencia- comentó Lázzeri.

Luego se ratificó lo acordado: la UCR rionegrina buscará un hombre de sus filas para postularlo a gobernador por la Alianza.

Si lo logra o no, sólo el tiempo lo dirá.

Pero en el cónclave de Viedma también se habló del 2001, año en que por voto directo la provincia elegirá tres senadores nacionales.

– Miren muchachos, este tema no merece mayores disquisiciones… creo que hay que darlo por arreglado… Todos sabemos en quiénes estamos pensando, tanto los «blancos» como nosotros- dijo Verani.

Y entonces el conjunto de los convocados percibió que, al menos hoy, las candidaturas más firmes para ir a la cámara alta por el radicalismo son la de Mendioroz y Falcó. O sea, una dupla que representa los intereses de las dos listas.

De todas maneras, hay un punto aún por dilucidar, y que eventualmente podría generar alteraciones en materia de candidaturas: la ley de Cupos.

Esta ley nacional establece que en las listas a cargos electivos para senador, la mujer debe ocupar un sitio «expectante».

En general, la máxima dirigencia radical de la provincia se inclina a pensar en que el sitio «expectante» tiene una sola ubicación: el segundo lugar de la lista.

Sin embargo, en la noche del lunes Verani afirmó que de «trabajos que yo solicité a fin de interpretar la ley, extraigo que el lugar «expectante» corresponde al tercero.

El gobernador no abundó en detalles sobre esa conclusión. Pero en la mayoría de los presentes quedó claro que se torna imprescindible determinar los alcances de una norma y evitar así sorpresas desagradables en las instancias finales de un proceso electoral.

Finalmente y en lo que posiblemente se transformó en un tema ríspido para el veranismo, el gobernador señaló que aspira a que Luis Falcó sea el futuro presidente de la UCR rionegrina. Los «blancos» no se oponen a ese ascenso.

Pero el proyecto tiene un escollo: la promesa que Verani le formuló hace dos años al actual titular del partido, Fernando Chironi, de mantenerlo en el cargo hasta mediados del 2001.

– El pacto existe y se concretó en respuesta a las concesiones que Fernando hizo en materia de las listas para el «99, pero también me apura mi gente- dijo Verani.

Hizo mención entonces que desde el veranismo más ortodoxo se reclama la presidencia del partido para un hombre del sector. Estiman -dijo el gobernador- que las aspiraciones de Chironi -hoy presidente del bloque oficialista- deben ser acotadas en función de que pertenece a un radicalismo que perdió dos elecciones en un año: el de Viedma

– Pablo, el compromiso es un tema tuyo, no de los «blancos» -reflexionó Mendioroz. El también lidera ese radicalismo perdedor. Pero, evidentemente, la fortuna le sonríe mejor que a Chironi.


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