La vida después de Bandana

Valeria Gastaldi sacó un disco producido por Cachorro López.

Nacida en Buenos Aires, la infancia de Valeria Gastaldi estuvo marcada por el canto y la actuación. Lo que comenzó como juego, se convirtió en forma de vida a sus trece años, cuando participó en la tira «Mi familia es un dibujo». Frente a la disyuntiva del trabajo o la escuela, se hizo tiempo para estudiar, pero histrionismo y preparación vocal la llevaron a integrar un grupo de comedia musical independiente en Nueva York. Si parece cuento…

El éxito se le vino encima con Bandana, del que quedaron tres discos de estudio, uno en vivo, un DVD, una película vista por un millón largo de personas, y una extensa gira internacional.

Bandana fue sensación y Valeria (hoy 26), parte de ese sueño tan cierto como irreal, que cubrió tres años de intenso trabajo e infinidad de satisfacciones. El final, en su caso, fue para reencontrarse con el deseo de hacer su música. Antes, volvió a la actuación en la comedia televisiva «Soy tu fan».

Desde el 2005, se preparó para el nuevo reto del proyecto solista. «Cuando no estás» es el título del álbum que produjo Cachorro López, terminado después de mucho trabajo y sufrimiento, según ella misma definió, cuando «Río Negro» la entrevistó.

«Fue un sacrificio, por tolerar y bancarse los distintos estados de ánimo que produce estar en contacto con

algo tan sensible, todo el tiempo, como la música. Es una cuestión intensamente ligada con la sensibilidad. Para mí, fue un proceso súper intenso.

– También lo relacioné con salir de Bandana. Imagino que no te fue fácil terminar esa historia

-Lo más duro fue despegarse de todo eso. La prensa, la gente, te cataloga y no está mal porque fue algo muy importante en mi vida y en las de mis compañeras; nos marcó. Pero, al retirarnos de Bandana, lo más fuerte fue interno. Por eso se me escapan palabras como sufrimiento, más porque nosotras tomamos la decisión de hacerlo. Despegarse de algo tan intenso y contundente, lleva tiempo.

– Bandana surgió de un gran casting a través de un programa de televisión, con la contención que ello implica. Otra cosa es largarse, sostenerse solo…

-Es un cambio súper potente y una situación movilizante. Movilizante es animarse a dejar fluir este proceso, para vivirlo sola, después de haber comenzado a trabajar desde tan chica y en un conjunto. Sentís que si te sale algo mal, otra te va a cubrir y lo va a hacer bien. Ahora estoy sola, pero me fascina el proceso de construcción de la carrera solista porque es más responsable; significa que me hago cargo de mi vida, de lo que siento, de lo que digo y hago. Yo siempre fui responsable y me gustó tomar las cosas en serio. Encaro mis actividades con mucho compromiso, me dio resultado y me sigue resultando.

-¿Miedos en el desprendimiento?

-Sí. Los hubo y, de momento, los sigue habiendo. Pero me tengo paciencia porque al ratito se me pasa, me calmo. Tuve que darme cuenta…Yo compuse las canciones íntegramente y el proceso empezó a volverse largo. Un día, comencé a sentir que yo la estaba haciendo larga por el miedo… Miedo a mostrarme, a salir. El temor es muy fuerte. Te diría que la ansiedad perjudica mucho. Finalmente, las cosas se dan en su tiempo y en el momento justo, por más que te angusties y quieras que todo suceda más rápido. Yo me angustiaba y lloraba y decía no, extraño el escenario y extraño y extraño… Fueron muchas las cosas que empecé a extrañar. De subir a cantar día por medio con Bandana, pasé a componer canciones en mi casa, sola. Hubo veces que se me hizo fascinante, y otras, pesadísimo.

– Muchas experiencias y presiones en poco tiempo.

-Muchas presiones, sí… Pero mías.

– ¿Cómo evaluás tu trabajo actual?

-Ahora estoy en la parte más linda del proceso, tocar en vivo, promocionar el disco. Es el momento que tanto esperé. Necesito cantar. Pasaron cuatro años… Un silencio bastante largo.


Registrate gratis

Disfrutá de nuestros contenidos y entretenimiento

Suscribite por $1500 ¿Ya estás suscripto? Ingresá ahora