La violencia obligó a suspender los corsos

Carnaval de El Cóndor

Las derivaciones provocadas por apenas tres incidentes obligaron a suspender en forma definitiva los corsos oficiales del balneario El Cóndor. Unas 20.000 personas acudieron a la primera jornada en la que terminó con un herido grave en una pelea de grupos antagónicos, reyertas menores y el robo a un local comercial de la galería ubicada en la terminal de ómnibus.

La decisión se tomó luego de una reunión en la que participaron los integrantes de la Comisión del Carnaval con el secretario de Gobierno, Pedro Sánchez, el delegado municipal José Orlando Acosta, y el comisario Ernesto Inalaf.

Algunos trascendidos dieron cuenta de la falta de garantías como para atender la seguridad de semejante cantidad de asistentes, a lo que se agregaron algunos rumores de que los conflictos continuarían dado que algunos jóvenes amigos del herido buscarían tomar venganza del hecho.

La víctima de 34 años, al parecer de apellido Aguilar o Aguila y residente en la villa marítima, se repone en el hospital Zatti donde fue derivado para su intervención quirúrgica. Recibió golpes en el cuero cabelludo por una “patota” en inmediaciones de la terminal y recibió un puntazo en el abdomen con un “arma blanca”, mientras en el escenario de la avenida costanera se realizaba un espectáculo musical y desfilaban las comparsas. Por esta causa, aún no están identificados los autores, que serían de Viedma.

En ese lugar, un local comercial resultó con las vidrieras rotas y la sustracción de prendas, y dentro del operativo, la Policía capturó a otros dos muchachos que peleaban en cercanías del palco. También se habrían producido otros hechos menores debido a que una adolescente tuvo que ser asistida en el Centro de Salud al sufrir una descompensación por haber inhalado “gas pimienta” con el que presumiblemente jugaban algunos desconocidos, junto con la espuma que se comercializa en este tipo de acontecimientos.

El secretario de la Comisión Organizadora, Eduardo Fuentes, lamentó la decisión adoptada de cerrar el festejo en forma abrupta, atribuyendo la decisión “a un grupo de inadaptados” que empañó la fiesta popular.

Inalaf coincidió en la apreciación en virtud de que “quedamos mal todos, y hasta perdieron los comerciantes” admitiendo que quizá la cantidad de personal asignado a la primera jornada resultó insuficiente en virtud de que no se esperaba tanto desborde de gente, de acuerdo a las previsiones anunciadas por los organizadores.

Por el escenario, durante la jornada inaugural, habían pasado numerosos grupos locales de música deleitando a los presentes. Se destacaron el grupo de cumbia “La vagancia”, el conjunto instrumental “Suena un caño” de Patagones, y el dúo Fuentes.

DeViedma