La zona andina despide al tour automovilístico

La última etapa pasará por Junín y San Martín y regresará a Bariloche.

SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- El binomio argentino formado por César y Juan Pablo Sorkin a bordo de un Alfa Romeo 2500 ss, se perfilaba hasta ayer como uno de los favoritos para alzarse con el triunfo, tras haber obtenido la mejor puntuación al cabo de las dos primeras etapas de la competencia.

Otro dúo argentino, Fernando Sánchez Zinni-Héctor Del Buono ocupaba el segundo lugar, superando al piloto italiano Luciano Viero, también con un Alfa Romeo.

Se coronaron con un éxito rotundo así los 1.043 kilómetros recorridos hasta aquí, que recogen como experiencia novedosa el tramo internacional previsto para este año.

Así lo interpretaron también las autoridades chilenas que en el marco de los festejos conmemorativos por un nuevo aniversario de la ciudad de Valdivia, despidieron a los 200 competidores con palabras de elogio y futuros compromisos.

La gobernadora provincial, Marta Meza, destacó «la posibilidad que brindan eventos de esta índole para posicionar a la región en el marco turístico vinculado a una ciudad tan importante en este plano como lo es Bariloche».

En tanto para Bernardo Berger, alcalde de Valdivia, las Mil Millas «han sido parte de un fuerte compromiso con los organizadores, que hemos asumido a pleno, y nos enorgullece no defraudarlos».

«Nuestra intención -agregó- es no sólo brindar nuestros recursos naturales como argumento turístico, sino además poder ofertar a la ciudad como centro organizador y promotor de eventos que faciliten a la vez actividades de inversión y desarrollo».

Las notas sobresalientes de la primera jornada fueron los 11 abandonos registrados, entre los que se cuenta el del laureado piloto suizo Clay Regazzoni, uno de los principales animadores del evento; y los percances sufridos por José Manuel Elicabe -rompió una llanta de su Mercedes Benz 300- y Juan Colombetti, que sufrió con la rotura de una manguera de aceite, aunque esto no perjudicó su buena performance. Pero también la buena actuación de único binomio femenino formado por las argentinas Ana María Vallejo y María Laura Ferrari, conduciendo un Alfa Romeo Giulieta Spider 1962.

El arribo a Bariloche del auto número 1, volvió a convertir a la avenida Ezequiel Bustillo en una gigantesca pasarela en la que los reconocidos Lancia, Porsche y Mercedes Benz, junto a los menos vistos Austin Healey, MG, Bentley o Delage, fueron aplaudidos a su paso rumbo al parque cerrado.

El mejor de los ánimos reinaba en el hotel Llao Llao donde a pesar de haber cumplido con otra agotadora jornada nadie parecía perder la concentración.

Hoy a las 7.30 está prevista la partida de la caravana por la ruta 237 para cumplir con la tercera etapa, que llevará a los competidores hasta Junín de los Andes. Luego los corredores podrán gozar de un breve receso en en el Regimiento de Caballería Ligera de San Martín para almorzar antes de su regreso a la ciudad de Bariloche.

Se lo toman muy en serio

SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- Fernando Sánchez Zinny, ganador de la edición 1996, fue el encargado de comentar las exigencias de las etapas cumplidas hasta el momento en las Mil Millas.

«Creo que todos dependimos de los errores de los otros para ver en que condiciones quedamos. Igual nadie pudo sacar una gran ventaja porque como se planteó la carrera, fue difícil», manifestó en Fuerte Niebla, Chile.

Aunque no ahorró elogios para la organización, hizo hincapié en los tramos de ripio: «quizás -dijo- exageradamente largos para un auto de tanto valor histórico como el que estoy utilizando».

El competidor también arremetió luego contra los primes cortos, pero de todos modos lució muy conforme con el rendimiento obtenido. «En lo personal, los primes cortos no me gustan. En definitiva fue una etapa donde muchos suman puntos con tiempos que en otras circunstancias no se los hubiese permitido».

Otro que puso pimienta en sus dichos frente al periodismo fue Luciano Viero. «Si fuese vencido por un piloto argentino no tendré más remedio que aceptar que han aprendido», expresó, ratificando que vino a la Argentina «sólo a ganar».

Ayer la nota de la jornada la dio la italiana Silvia Oberti, quien convocó a los chicos y autoridades del Hogar Niños de Jesús al Centro Cívico, para relevar sus necesidades y luego repetir un acto que hace en cada nuevo lugar que conoce: una suculenta donación.


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