Lacunza y Sandleris, a Washington para un último intento por destrabar u$s 5400 millones

El ministro de Hacienda, Hernán Lacunza, y el titular del Banco Central, Guido Sandleris, viajarán a Washington a mediados de esta semana, después del feriado extendido, con el objetivo primordial de lograr que el directorio del Fondo Monetario Internacional (FMI) destrabe el desembolso pendiente de 5.400 millones de dólares.

Según comentaron a Río Negro fuentes del gabinete económico, el tema ya fue conversado con la nueva titular del FMI, Kristalina Georgieva, y quedó pendiente de resolución para esta semana, en la que coincide con la realización de la Asamblea del FMI y el Banco Mundial.

“Nuestro objetivo es insistir en que Argentina cumplió con las metas monetarias y fiscales que se comprometió a realizar. Los números hasta el tercer trimestre inclusive muestran un sobrecumplimiento de 0,2 puntos en el balance fiscal y un encuadre dentro de la meta monetaria”, enfatizó la misma fuente.

El problema es que desde el gobierno del presidente Mauricio Macri tuvo el golpe de las elecciones primarias, varios directores europeos del organismo internacional consideran que el resultado fue “un cimbronazo” y que ante la incertidumbre que implica el regreso del kirchnerismo «es imposible» conceder el desembolso.

Frente a este panorama, además del viaje de Lacunza y Sandleris, trascendió que Macri mantendría en esta semana una nueva conversación con el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, para conseguir que sus representantes intercedan ante el directorio del Fondo y aprueben ese desembolso.

En realidad, David Lipton, representante de EE.UU. en el organismo y virtual número dos del organismo, fue lapidario hace unos días al considerar que el desembolso para la Argentina se concretaría ya con un nuevo gobierno en nuestro país.

Lacunza admitió, en una reunión del gabinete económico en la última semana, que el envío del FMI es fundamental para enfrentar unos 250.000 millones de pesos de compromisos que hay a fin de año, y que en caso contrario, se deberá recurrir a modificar las pautas de emisión de la última parte de 2019.

También se comentó en el gabinete económico en las últimas horas que en Washington hay una sensación de gran decepción por el resultado político y económico de la Argentina y observa con gran preocupación la falta de continuidad que tendrían los objetivos establecidos, en caso que el kircherismo vuelva a poder.

En sintonía con esa visión y en un claro mensaje político, Sandleris habló el último viernes de la necesidad del país de tener consenso básicos para generar credibilidad, más allá de quien gobierne.

«Necesitamos consensos políticos básicos sobre lo monetario y lo cambiario», expresó en varias oportunidades Sandleris en su exposición sobre el Informe de Política Monetaria.

En ese sentido, puso como ejemplos cercanos de estos consensos políticos básicos sobre política monetaria y cambiaria a algunas de las economías vecinas.

«Chile alternó gobiernos de uno y otro signo y no modificó su política monetaria. Lula no modificó tampoco cuando asumió el poder en Brasil. Paraguay en 2006 profundizó los lineamientos de política monetaria y cambiaria que venían desde los gobiernos del Partido Colorado», enumeró Sandleris, para reafirmar que «el análisis deja muy clara la importancia de estos consensos políticos básicos».

El jefe de la máxima autoridad monetaria argentina explicó que el camino que tomaron esos países para bajar la inflación se basaron en «no gastar más de lo que se recauda; mantener una tasa de interés positiva y un aumento de la productividad con una mayor integración al mundo».

«Ningún esquema económico puede ser exitoso sin los consensos políticos básicos», concluyó finalmente el titular del Banco Central.