Lagos intenta salvar la Concertación chilena
El presidente de la DC dijo que "se acabó" la alianza. El presidente dijo que sus valores "están vivos".
Santiago de Chile (dpa/Télam).- El presidente de Chile, Ricardo Lagos admitió ayer las dificultades de su coalición de gobierno, pero refutó al líder de la oficialista Democracia Cristiana (DC), Adolfo Zaldívar, quien opinó que la Concertación por la Democracia «se acabó».
El mandatario chileno (que tiene doble militancia en el PS y el PPD) sostuvo que tanto ésta como los valores que la fundaron «están vivos». Consideró que la pluripartidaria sí existe y que se mantiene viva porque está siguiendo el programa por el cual se eligió en enero de 2000, y añadió que esto le da «seriedad» a los países. «Si Chile está donde está es porque hemos tenido la capacidad de continuidad. Hay turbulencias, hay ruidos, hay cosas, por cierto, pero el liderazgo consiste en tener claras las metas y aquí las tenemos claras», aseveró el mandatario.
Ayer, personeros de diversas colectividades de gobierno coincidieron con Adolfo Zaldívar en el sentido que la alianza cumplió un ciclo y que se debería reformular y adecuar a los nuevos tiempos, aunque no generó consenso la idea de que se hubiera terminado la Concertación.
Según analistas y dirigentes políticos, la coalición de partidos, formada coyunturalmente para el retorno a la democracia tras la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990) y que lleva tres gobiernos consecutivos, pasa por la peor crisis de su historia a raíz de presuntos actos de corrupción en que estarían envueltos altos dirigentes.
Zaldívar causó revuelo con una entrevista que fue publicada ayer en el diario El Mercurio, en la que afirmó que, tal como está la situación actual, la Concertación se ha «acabado» y nunca volverá a ser como fue.
«La coalición tiene que renacer, que refundarse, para abrirnos a la gente en los próximos tres años», dijo el político, quien pidió a los dirigentes de la alianza superar las diferencias y apoyar al gobierno de Lagos.
«Estamos pasando por la peor crisis. Lo que ha pasado es tan grave que hay que aceptar las cosas y no taparlas», señaló.
Las declaraciones de Zaldívar fueron rechazadas por dirigentes del PPD, algunos de los cuales advirtieron que el líder de la DC «es el menos concertacionista» del oficialismo.
Las dificultades en la Concertación venían incluso antes de empezar el escándalo por los supuestos sobornos a miembros del oficialismo, en octubre pasado, y mostraban casi a diario los enfrentamientos internos entre la DC, por un lado, y sus socios del Partido Por la Democracia (PPD), de Lagos, y el Partido Radical Social Demócrata (PRSD), por el otro.
Hasta ahora la actitud de Lagos de investigar «caiga quien caiga» le ha permitido mantener su popularidad
El escándalo empezó cuando un empresario aseguró que a comienzos de este año entregó un soborno de 20.000 dólares al entonces viceministro de Transportes, Patricio Tombolini, para ser favorecido con la adjudicación de una planta de revisión técnica de vehículos.
Tombolini, que está preso y niega la denuncia, cayó en desgracia en momentos en que asumía como presidente del PRSD, en tanto que otros congresistas del PPD, el PS y hasta de la DC también han sido involucrados en este caso.
Escándalos ocultan una disputa de poder
Muchos observadores extranjeros no dejan de asombrarse por la repercusión política que ha tenido el escándalo de corrupción chileno. El caso que conmueve al país y dividió al gobierno involucra una cifra que en otros países sería irrisoria: 23.000 dólares, que habría sido lo que recibió Patricio Tombolini para habilitar dos plantas de revisión técnica en forma irregular.
Pero más allá del apego de los chilenos a la legalidad (incluso los analistas consideran positiva la forma en que el gobierno actuó, quitando los fueros y sancionando a los presuntos culpables), el tema de fondo no es el caso en sí. Las denuncias contra Tombolini y los diputados del PS-PPD forman parte de un «pase de factura» que hizo la DC a sus socios por denuncias anteriores que hicieron parlamentarios izquierdistas contra ex funcionarios de Eduardo Frei. Fue el llamado «caso de las indemnizaciones» en donde se revelaron los altos montos que recibieron funcionarios de empresas estatales al dejar el poder.
La DC está en crisis. Acostumbrada a ser la fuerza hegemónica de la Concertación, no se resigna a su rol de «acompañante» en un gabinete controlado por el ala izquierdista de la coalición.
Además, en las últimas elecciones dejó de ser el partido más importante de Chile, al perder numerosos diputados a manos de la derechista UDI y de sus socios socialistas. Ahora, teme que la izquierda de la Concertación reduzca fuertemente sus cupos en su último bastión, el Senado, en las elecciones del 2005.
El líder de la DC, Adolfo Zaldívar, cree que la decadencia del partido no se debe sólo a sus problemas internos. Sostiene que los diputados «fiscalizadores» de la bancada PS-PPD tienen bastante que ver . Y por eso contraataca.
Otro factor que debilita a la Concertación son los planes del gobierno que lo alejaron de dos bases importantes: los gremios estatales y la Central Unica de Trabajadores (CUT), que por primera vez han realizado paros y movilizaciones en contra de la reforma de Salud y aumentos salariales «insuficientes».
En este marco de peleas internas y dificultades económicas, la derecha gana terreno, y ve cada vez más cerca de la presidencia a su candidato: Joaquín Lavín. (Redacción Central)
Santiago de Chile (dpa/Télam).- El presidente de Chile, Ricardo Lagos admitió ayer las dificultades de su coalición de gobierno, pero refutó al líder de la oficialista Democracia Cristiana (DC), Adolfo Zaldívar, quien opinó que la Concertación por la Democracia "se acabó".
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