Las armas de cada uno
Moreau representó en estos comicios la tradición y el aparato partidario de la UCR.
Tuvo de su lado al ex presidente Raúl Alfonsín y también sumó al ex gobernador de Córdoba, Eduardo Angeloz. De la mano de su compañero de fórmula, el misionero Mario Losada, se aseguró el apoyo de varios caudillos del interior, entre ellos cinco gobernadores. El chaqueño, Angel Rozas, que además preside el partido. Los otros fueron Pablo Verani de Río Negro, y los gobernadores de Chubut, Entre Ríos y Corrientes.
Terragno predicó por la renovación.
Pese a que medía mejor en las encuestas, su desapego a los símbolos radicales lo alejaron de sectores históricos y populares. Los aportes de Federico Storani y Jesús Rodríguez, con los que pretendía escalar a la victoria fueron sus hombres de fuste para contrarrestar la entende alfonsinista-duhaldista que jugó en favor de Moreau.
A lo largo de la campaña, Moreau convocó a la reafirmación de la identidad partidaria, en tanto que Terragno planteó la necesidad de abrir la UCR hacia la sociedad mediante la oferta de un proyecto económico orientado al mercado externo, que es el que está cosechando los dividendos de la devaluación .
La pulseada que anoche no terminaba de resolverse también tendrá consecuencias sobre la futura relación con el gobierno de Eduardo Duhalde.
Moreau es partidario de reforzar el acuerdo Duhalde-Alfonsín tejido para la transición .
Terragno promueve una actitud duramente opositora. El senador porteño buscó sobre el final de campaña una reacción destemplada de Moreau, al vincularlo con el duhaldismo. Pero el diputado no entró en el juego.
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