Las barras, el operativo y la paz

Miguel Gambera

ALLEN.- Mucho se habló antes del partido. El temor cundió y posiblemente por eso el estadio de Unión tuvo blancos en sus tribunas. Hubo menos de 3 mil personas pero sí muchísimos efectivos policiales, más de 200 de los grupos especiales llegados de diferentes puntos de la provincia. La ciudad estuvo virtualmente sitiada, vallada, en una tensa espera que duró algunas horas y que terminó de la mejor manera. Al margen del resultado deportivo, hubo paz. Nada de piedras, nada de peleas. Los barras, los de Cipolletti y los de Roca, se reunieron antes del cotejo y coincidieron en que la violencia no podía contribuir en nada. La policía los escoltó de ida y vuelta a sus ciudades. El clásico se jugó sólo en la cancha. • El Depo sigue en la cancha del Mago. Era un secreto a voces, pero ayer lo terminaron de confirmar los mismos dirigentes naranjas: el piso sintético no estará colocado a tiempo en el Maiolino y por lo tanto Roca recibirá a Cruz del Sur en el mismo escenario del clásico de ayer, por la primera fecha del Argentino B. También lo haría el miércoles por la segunda ronda de la Copa. Para este encuentro, el Depo podría perder a Rodrigo Acosta, víctima ayer de una violenta falta de Leo Larenas, quien vio la roja. “La verdad que creí que me había quebrado. Tengo una herida profunda en la pierna y no creo que llegue en condiciones para jugar el domingo”, afirmó el volante.

Controles, inteligencia y un fuerte cerrojo de seguridad.


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