Las Cataratas rebasan de agua
Los turistas quedaron impresionados con el caudal diez veces superior.
Las cataratas del Iguazú registran un caudal diez veces superior al normal, lo cual ha maravillado a los miles de turistas que visitan a diario el más importante espectáculo natural que comparten Argentina y Brasil.
El caudal de agua en la imponente Garganta del Diablo, el salto principal, osciló el sábado entre los 13.000 y los 16.000 metros cúbicos por segundo.
«Los turistas quedaron impresionados por la fuerza del agua», comentó Ulrich Meath, gerente de uno de los hoteles emplazados en proximidades de las cataratas, ubicadas unos 1.500 kilómetros al noreste de capital federal.
El incremento del caudal de agua, que según los expertos comenzará a descender entre hoy y mañana, obedece a las copiosas lluvias registradas en los últimos días en el sur de Brasil, donde nace el río Iguazú y que se parte en 275 saltos de hasta 75 metros en su desembocadura con el río Paraná.
Jorge Litvin, secretario de Turismo de Misiones, en cuyo extremo noreste están la mayoría de los saltos de las cataratas del Iguazú, manifestó por su parte la esperanza de que «pronto» se normalice el «flujo turístico», que ha mermado tras los atentados terroristas del pasado 11 de septiembre en Estados Unidos.
El funcionario explicó a un diario porteño que camarógrafos de la televisión canadiense registraron el sábado «imágenes espectaculares que, seguramente, deslumbrarán al mundo», pues también captaron la llegada de las primeras golondrinas que, todos los años, proceden de California para anidar en islas cercanas a las cascadas.
La creciente del río Iguazú, que el martes pasado alcanzó los 16.000 metros cúbicos por segundo, diez veces por encima de su promedio normal, es la mayor registrada desde 1983. Ese año llegó al récord de 29.000 metros cúbicos por segundo, lo que tuvo severas consecuencias, pues la fuerza del agua destrozó la mayoría de las pasarelas que bordean los saltos de las cataratas del Iguazú.
Las cataratas del Iguazú, nombre en guaraní que significa «agua grande» y emplazadas en la selva subtropical, fueron descubiertas en 1541 por el adelantado español Alvar Núñez Cabeza de Vaca. (EFE)
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