Las cenizas tan finas son un riesgo para los pulmones

No tienen componentes nocivos pero afectan si ingresan en grandes proporociones al organismo. Por eso se recomienda el uso de barbijo.

ERUPCIÓN DEL CLABUCO

Las cenizas del volcán Calbuco que llegan al norte de la Patagonia argentina no tienen componentes nocivos, aunque sus partículas son tan pequeñas que podrían ser peligrosas para las vías respiratorias y los pulmones si ingresaran en grandes proporciones al organismo; de ahí la necesidad de usar barbijos. Los datos forman parte del estudio que realizó el jueves la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) y la empresa provincial Invap en Bariloche.

El informe, a pesar de ser técnico y de llevar tranquilidad a la población, no fue difundido por las autoridades nacionales, provinciales ni municipales, que se limitaron a comunicar que las cenizas no son nocivas para el organismo.

Molestias en los ojos e irritación en las vías respiratorias, son síntomas que más o menos todos presentan en las ciudades afectadas por la caída de ceniza del volcán Calbuco.

Según explicó uno de los profesionales que trabajó en el estudio de las cenizas, los volcanes, cuando entran en erupción, liberan materiales distintos. Aunque uno esté cerca del otro, el componente de la erupción será siempre diferente, aunque eso sí: siempre arrojan lo mismo.

Cuando entró en erupción el volcán Puyehue-cordón Caulle, las partículas de la ceniza eran mucho más grandes y llegaron a conformar una consistencia de arena.

En cambio, lo que expulsó el Calbuco y llegó a nuestro país tiene una granulometría menor, con consistencia de harina y, a diferencia de hace cuatro años, con mucho olor a azufre.

“El azufre en esa proporción no es dañino; piense en el componente que tienen las aguas termales y el olor que desprenden”, hizo notar la fuente consultada.

La ceniza también contiene sílice, un mineral altamente abrasivo, aunque hay presencia de este elemento “en forma cristalina, que es cuando se torna más nocivo”.

Por los minerales que posee, la ceniza es además buena conductora de la electricidad. Las prestadoras de la zona ya lo saben porque en 2011 debieron ingeniárselas para aislar piezas sensibles de estaciones transformadoras y alimentadores.

Para los científicos la ceniza es un componente sumamente complejo y un peligro para las actividades más delicadas. En el Centro Atómico Bariloche de la CNEA hay un reactor nuclear de investigación y en Invap, un cuarto limpio alberga ahora dos satélites en ciernes: el Arsat 2, que está en etapa de ensayo, y el Saocom, que atraviesa el período de construcción.

Invap se sumó al asueto que dispuso el gobierno para el jueves y viernes, y redobló las medidas de seguridad y las precauciones.

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