Las cuatro alternativas que hoy están en juego

Por primera vez en su historia, los chilenos tienen claras posibilidades de elegir el domingo a una mujer como su presidenta. Michelle Bachelet, una médica pediatra de 54 años, separada dos veces y con tres hijos, quien llega a la elección con una sostenida y clara ventaja sobre sus dos oponentes derechistas en la primera vuelta. Sólo queda por dilucidar si alcanzará la mayoría absoluta. Caso contrario, acudirá a una segunda vuelta el 15 de enero con el que llegue segundo.

Lavín tardíamente se despegó del pinochetismo

Joaquín Lavín, un católico fervoroso que se desmarcó tardíamente del régimen del general Augusto Pinochet y cuyo apostolado es su vocación de servicio público, busca por segunda vez la presidencia de Chile.

Ha dicho que si conquista la presidencia, sus creencias influirán en sus decisiones de estado. Algunos cercanos dicen que en su automóvil escucha siempre alguna de las 18 cintas del fundador del Opus Dei, José María Escriba de Balaguer. Y aunque es Opus Dei, no se flagela «para nada'', según afirma. En enero del 2000 perdió la presidencia por menos de tres puntos frente al socialista Ricardo Lagos y desechó consejos para esperar otra oportunidad y casi enseguida postuló y ganó la alcaldía de Santiago.

Lavín, casado, padre de siete hijos, es máster en Economía de la Universidad de Chicago, fue editor del diario El Mercurio y decano de la Universidad de Concepción. A comienzos del 2005 era el candidato único de los dos partidos de la oposición derechista que conviven bajo una fracturada Alianza por Chile, pero en mayo se cruzó en su camino el empresario Sebastián Piñera, con quien comparte los votos del sector casi en partes iguales. Al interior de la Alianza, Lavín representa a la Unión Demócrata Independiente, UDI, de ultraderecha, y Piñera a Renovación Nacional, de centroderecha. Reconoció que dejó de ser el único líder de su sector y que «desde el punto de vista humano y político, eso era muy fuerte''. «En lo personal, creo que la oportunidad es ahora…el 2009 será tarea de otros'', afirma. (AP)

Bachelet: «Con todos los pecados juntos»

SANTIAGO DE CHILE (AP).- La doctora socialista Michelle Bachelet, hija de un general quien fue víctima de sus camaradas golpistas en 1973, fue detenida, torturada, vivió el exilio, regresó para ser ministra de Salud y Defensa y ahora se acerca a la Presidencia de Chile. Bachelet, de 54 años, es pediatra, especialista en asuntos militares, habla español, inglés y domina fluidamente alemán, francés y portugués.

«Soy mujer, socialista, separada, agnóstica, les decía: 'todos los pecados juntos', hija de un padre que murió en la cárcel… esto lo dije muchas veces'' a los militares, ha contado Bachelet a sus amigos.

Es la candidata oficialista porque la opinión pública la encumbró en las encuestas, las mismas que dicen que triunfará en primera o segunda vuelta en los comicios del 11 de diciembre.

Cuando la nombraron ministra de Salud el 2000, el presidente Ricardo Lagos le exigió públicamente terminar en 90 días con las filas de espera en los hospitales públicos.

La opinión pública miró con simpatía sus esfuerzos aunque no logró cumplir del todo con la exigencia. Pero luego, como ministra de Defensa, atrajo las simpatías de la mayoría cuando apareció subida en un tanque visitando a damnifi

cados por temporales. Bachelet, vive con sus tres hijos y a diario acompaña a la menor al colegio.

Con frecuencia se la ve en el supermercado, como cualquier ama de casa.

Creció en bases aéreas y vivió dos años en Estados Unidos por las destinaciones de su padre, el general Alberto Bachelet. Su padre fue arrestado el mismo día del golpe militar de Augusto Pinochet, el 11 de septiembre de 1973, fue torturado por sus camaradas aviadores y murió en la cárcel en marzo de 1974 por un infarto cardiaco «a consecuencia de las torturas padecidas en prisión'', ha dicho Michelle.

Señala que si llega a la presidencia y Pinochet muere, el anciano dictador se merecería «un funeral digno'', pero «me violentaría tremendamente'' rendirle honores de Estado y decretar duelo nacional.

Bachelet también fue detenida y torturada durante un par de semanas junto a su madre, Angela Jeria, en enero de 1975. Estuvieron en Villa Grimaldi, un conocido centro de torturas, donde «nos separaron y sometieron a nuevos apremios físicos'', relató. Ambas vivieron el exilio en Australia y en Alemania Oriental y retornaron a Chile en 1979. «Desde el punto de vista emocional, he tenido procesos a lo largo de mi vida, que me han permitido reencontrarme con los militares'', asegura. (AP)

Empresario con apoyo comunista

Tomás Hirsch, un mediano empresario fotográfico hijo de padres judío-alemanes, va por segunda vez tras la presidencia chilena apoyado por comunistas, humanistas y grupos «antisistema''. Hirsch, de 49 años, calmado y seguro de sí mismo, es quien mejor aprovechó los dos foros televisivos presidenciales para dar a conocer la ideas de su sector. Casado, padre de dos hijos, representa al pacto electoral Juntos Podemos Más, que aglutina a los partidos Comunista y Humanista y a pequeños grupos que se declaran «antisistema'', todos críticos del gobierno del presidente Ricardo Lagos.

La alianza de Hirsch, que carece de representantes parlamentarios a causa de un sistema electoral que proscribe a las minorías políticas, obtuvo en las elecciones municipales del 2004 un sorpresivo 9%. Es hijo de un matrimonio judío-alemán que en la adolescencia se alejó de la religión y se acercó a la secta de Silo, dirigida por el argentino Mario Rodríguez Cobos, cuyos postulados semejantes a los que enarbolaron los hippies fueron la base del Partido Humanista, PH. Hirsch abandonó sus estudios de Ingeniería Civil Industrial después de tres años y se marchó por varios meses a Europa en 1978, en plena dictadura militar del general Augusto Pinochet. Se dedicó a los negocios y es socio de una cadena de locales de revelado fotográfico y de otras dos empresas del rubro. Fue uno de los fundadores del PH, en 1987, que se sumó a la alianza opositora que derrotó en las urnas a Pinochet. (AP)

Multimillonario, 'sin secretos', dice

Sebastián Piñera, un empresario que milita en la derecha liberal, busca llegar a la presidencia con los votos del centro político, apartándose de la ultraderecha heredera del pasado régimen militar.

De 56 años, es carismático, tiene dotes de líder y facilidad de palabra. No habla mucho sin citar la Biblia y variadas fábulas. Casado, cuatro hijos, es economista, tiene un Máster en economía en Harvard, y fue profesor universitario.

Pertenece a una familia de clase media, y amasó su fortuna de más de 1.200 millones de dólares con una empresa administradora de tarjetas de crédito. En su patrimonio figura el 27% de Lan, la principal aerolínea comercial chilena, un canal de televisión, y propiedades en casi todos los sectores de la economía. «Probablemente, la mejor solución, si gano, es vender esas empresas'', declaró.

Desecha las críticas sobre con

flictos de interés y afirma que ellos surgen cuando los políticos son empresarios o financiados por ellos, pero en secreto. «Ahí hay un caldo de cultivo y riesgo de corrupción'', afirma. Dice que busca la presidencia porque «quizás no haya mejor lugar desde el cual servir al país, que desde el servicio público''. «Ya no me interesan los billetes, me interesa mucho más La Moneda (el palacio de gobierno)», dice ahora. (AP)

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