Las cuatro claves de lo que viene en el Banco Central
La salida de Fábrega al frente de la entidad fortaleció a Kicillof. El mercado espera una mayor intervención, alineando la política monetaria al modelo.
PANORAMA NACIONAL
Una tensa relación de forzada convivencia es la que caracterizó los días de Carlos Fábrega y Axel Kicillof en el equipo económico dentro de la administración Kirchner.
Desde su arribo a la presidencia del Banco Central (BCRA) en noviembre de 2013, el banquero se mostró crítico de las principales premisas que guían la agenda programática del jóven ministro.
Kicillof y su equipo de trabajo renegaban una y otra vez de la intromisión del banquero en la agenda de la cartera económica.
Es que el ex presidente de la máxima autoridad monetaria veía con extrema preocupación el exhorbitante crecimiento del gasto público, a sabiendas que la única fuente de financiamiento del estado es la emisión monetaria, situación que se acentuó luego de declarado en default.
Fue Fábrega quien impulsó la suba de tasas de interés de referencia luego de la devaluación de enero, a fin de crear un dique de contensión a una posible corrida que presionara aun mas sobre el tipo de cambio.
Funcionó solo por un trimestre. Pero ni bien comenzaron a comprobarse los resultados negativos sobre el nivel de actividad, el Ministro volvió al ruedo con su formula de tasas bajas, atraso cambiario y financiamiento vía emisión. La presión cambiaria del último mes, con un dólar paralelo rozando los $16 y ventas record de divisas para atesoramiento, terminaron de corroer el margen de manibra que le quedaba al mandamas del BCRA.
Desde economía, le endilgan a Fábrega no haber controlado lo suficiente a las entidades bancarias, e incluso la Presidenta deslizó que desde la autoridad monetaria se filtró información confidencial a las entidades financieras, permitiendoles hacerse de una rentabilidad extraordinaria.
Es que dos semanas antes al discurso de Cristina Fernández se presentó una denuncia judicial por la apertura de una “cueva financiera” autorizada por el BCRA. Recién este fin de semana hubo novedades surgidas desde Comodoro Py, justo el día después de la renuncia de Juan Carlos Fábrega. El fiscal federal Guillermo Marijuan fue quien pidió abrir una investigación penal contra el ex funcionario, a quien se lo acusa de haber autorizado el funcionamiento de una cueva financiera que, indican los denunciantes, es de su hermano, Rubén Fábrega. Pura casualidad.
Pero volviendo al terreno político, la puja terminó inclinando la balanza a favor de Kicillof en la consideración de la primera mandataria. El perfil político del minsitro se ajusta mucho mas al discurso y la ideología que ha guiado al gobierno desde el inicio de su segundo mandato.
Primo entonces sostener bajas las tasas de interés en pos de no frenar aún más el ritmo que lleva la economía.
La llegada de Alejandro Vanoli como presidente del Banco Central, se enmarca en el triunfo interno de Kicillof, y fortalece la posición del Ministro para subordinar la pata monetaria a su programa económico. Es decir, más emisión para poder sostener el consumo y el creciente gasto que demanda el Estado.
Lo que viene
La pregunta natural es ¿qué cambios pueden esperarse con la gestión de Vanoli al frente del Banco Central?. La respuesta puede resumirse en dos palabras “mayor intervención”.
Pero si se quiere ahondar en el análisis, cuatro son las claves para entender lo que se viene para el mercado en materia de administración monetaria.
* Dólar Blue. “Publicar el precio del dólar blue, es como publicar el precio de la cocaína”. La frase pertenece al flamante presidente del Banco Central y refleja claramente su pensamiento sobre el dólar paralelo. Sabe sin embargo Vanoli que desterrar la cotización del Blue resultará imposible. Pero el esfuerzo se centrará en perseguir y clausurar muchas de las “cuevas” que operan en la city, en busca de dificultar que exista una única cotización paralela.
* Contado con liqui. La operatoria que permite a los operadores financieros hacerse de dólares mediante la compra y venta de títulos en el exterior, es bien conocida por Vanoli. Siendo presidente de la Comisión Nacional de Valores, reconoció en varias ocasiones la existencia de la operatoria denunciada por la Presidenta en su último discurso por cadena nacional, pero paradójicamente nunca la censuró. Sera lo primero que haga desde el lunes. La cotización del liqui se había convertido en una fuerte referencia para la cotización paralela del dólar, y la intención precisamente es bajar la fiebre del blue.
* Los dólares “sojeros”. Durante su último discurso, la Presidenta dedicó también un par de párrafos a los exportadores cerealeros. Los acusó de especular con una devaluación para recuperar la pérdida que les ha producido la baja en el precio internacional de la soja. La Ley de Abastecimiento sancionada semanas atrás, habilitaría al gobierno a exigir la liquidación de esos granos.
Sin embargo, desde el Banco Central se elaboraría un instrumento que incentive a los exportadores a liquidar los granos mediante un tipo de cambio diferencial, que les permita recuperar parte de la rentabilidad perdida. Sabido es que los tipos de cambio diferenciales son uno de los caballitos de batalla de Kicillof, aun desde antes de ser funcionario. Una muestra más del avance del Ministro sobre la política económica.
* Atraso cambiario. Los reclamos de flexibilidad cambiaria quedaron enterrados con la partida de Fábrega. Todo indica que con la llegada de Vanoli, la intención de Kicillof de sostener el atraso cambiario quedará mas firme que nunca, y se trabajará pensando en un tipo de cambio oficial que no supere los $9,50 antes de finde año.
Redacción Central
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