Las cuentas inentendibles de Yacyretá 

  Posadas (Télam). Los primeros relevamientos contables de la Entidad Binacional Yacyretá (EBY), muestran una intrincada red de mecanismos que la administración anterior utilizó para llevar las cuentas de la represa con absoluta desprolijidad, denunció ayer el director ejecutivo del ente responsable del emprendimiento, Rafael Martínez Raymonda.

“Los números de Yacyretá son como jeroglíficos y hay mecanismos contables utilizados por la anterior administración que aún no he asumido como tales”, afirmó.

El funcionario de la EBY no descartó iniciar acciones judiciales a los responsables de las anteriores administraciones de la represa, y aseguró que “todo lo que encontremos que escape de la corrección de la línea administrativa y ética lo haremos público”.

“Como corresponde vamos a llevar a la Justicia cualquier irregularidad que se pueda comprobar”, aseguró Martínez Raymonda, aunque se lamentó de que no se haya establecido “en el Código Penal la responsabilidad del funcionario público no sólo por dolo, donde hay que probar la intención de realizar un daño, sino por la culpa grave”.

El funcionario aseguró que los primeros relevamientos de los auditores detectaron “cosas muy desprolijas y una contabilidad de terror”, dejadas por los anteriores administradores de la Entidad Binacional. “Nosotros somos conscientes de que la continuidad jurídica de los estados es un hecho que se tiene que respetar, pero nosotros no asumimos la responsabilidad política de los que en esa continuidad jurídica hicieron las cosas que hoy tenemos que enmendar”, agregó

El representante del gobierno argentino en la EBY no ocultó su preocupación por los procedimiento contables utilizados a lo largo de la última década y como ejemplo de la situación de las cuentas de la represa consignó que “recién en 1992 se pasó a la contabilidad con soporte magnético”. “Hasta esa fecha se llevaba a mano, en un libro, de tal forma que ni el más despistado de los comerciantes podría hacerlo, mezclando la compra de papel higiénico con el pago de dos millones de dólares a los contratistas”, explicó.

Martínez Raymonda expresó sus dudas respecto de la transparencia del método utilizado para controlar los movimientos contables de la empresa, calificada por el ex presidente Carlos Menem como “monumento a la corrupción”.

“Este sistema de contabilidad es por lo menos una falta de claridad y transparencia y ahora estamos haciendo un replanteo completo para ver cómo se pagó cada cosa y poder enfrentar los reclamos que son evidentemente improcedentes desde todo punto de vista”, afirmó.

A la hora de caracterizar la compañía que recibió de la administración anterior, Martínez Raymonda señaló que se trata de “una empresa feudalizada, compartimentada, donde las cifras vienen y van con volúmenes impredecibles”.