Las denuncias en el Senado agitan la política

El senador Jorge Yoma decidió convocar al Senado al presidente De la Rúa a quien consideró "imputado", para que informe acerca de las denuncias sobre supuesto pago de coimas para la aprobación de la reforma laboral en el Congreso. La ofensiva del peronista obligó a hombres del gabinete a neutralizar la estrategia de la oposición de involucrar al Ejecutivo en el conflicto, haciendo que la Oficina Anticorrupción investigue "de oficio" el caso.

Buenos Aires (ABA).- La Oficina Anticorrupción ya empezó su propia investigación de oficio sobre el supuesto pago de sobornos a varios senadores para que votaran la reforma laboral. Un miembro de la Oficina anunció a «Río Negro» que están mirando con lupa todas las notas periodísticas que se publicaron sobre la cuestión. Ayer por la tarde, la Oficina agregó un nuevo elemento: el paper anónimo que viene revolucionando el Senado desde el último martes. La Oficina – conviene recordarlo – tiene atribuciones para investigar sólo la actuación de los miembros del Poder Ejecutivo. Los senadores quedan fuera de su pesquisa.

En el Senado, el escándalo tiene grandes posibilidades de seguir instalado durante la próxima semana. El peronista Jorge Yoma, presidente de la Comisión de Asuntos Constitucionales de la Cámara Alta, ya anunció que citará a Fernando De la Rúa para que explique ante la Comisión cuánto sabe del asunto. «Esto es un disparate, pero si alguien pagó, es el Poder Ejecutivo. Y el jefe del Ejecutivo es De la Rúa», desafió Yoma.

La avanzada de Yoma -a nadie se le escapa que es una estrategia política para encerrar al Gobierno- llegó luego de que el Presidente declarara que la investigación sobre las presuntas coimas debía ser encabezada por el propio cuerpo de senadores. «Debería actuar la Comisión de asuntos Constitucionales, que es el camino más apropiado, y en el Senado, de donde sale la versión, convocar a cada uno de los legisladores para averiguar», había dicho el Presidente el jueves.

Desde el oficialismo, ya son varios los que otorgaron alguna relevancia a los trascendidos y se mostraron partidarios de las aclaraciones. De la Rúa, «Chacho» Alvarez, Raúl Alfonsín, Alberto Flamarique y Rodolfo Terragno manifestaron que las sospechas deben ser despejadas a través de las explicaciones.

El frepasista Pedro del Piero, mano derecha del Vicepresidente en el Senado, dijo a «Río Negro»: «A esta altura, el Senado tiene que intervenir, aunque las versiones no sean ciertas. Si hubo coimas, hay que investigar. Y si esto es sólo una operación política, también sería bueno saber quién está detrás de ella».

«Yo estoy tratando de reunir la mayor cantidad de elementos posible. Y el panfleto anónimo que circuló – aunque dudo mucho de su verosimilitud- tiene una precisión del «psique du rol» de algunos senadores espectacular. Yo voy a plantear esta cuestión ante la Comisión de Asuntos Constitucionales. Voy a pedir que todos los senadores tomen una posición», concluyó el frepasista.

Con una posición similar a la de Yoma, el entrerriano Héctor Maya declaró a esta agencia que «si hay algún soborno, el que pagó es el Ejecutivo».

«Esto es una barbaridad, si el Presidente no descalifica de una vez este rumor, le otorga entidad», agregó el senador. Maya es uno de los peronistas que votó en contra del proyecto del oficialismo, y desde hace un mes integra un minibloque disidente de la bancada peronista.

Lo cierto es que lo que comenzó como un rumor se convirtió en el tema de conversación predominante en los pasillos del oficialismo y la oposición. Un asesor de mucha confianza con Carlos Alvarez confesó que el presunto soborno se convirtió en una obsesión para el Vicepresidente. «Alvarez se pasó toda la semana hablando de este asunto», agregó.

Todo indica que las investigaciones no tienen muchas posibilidades de progresar. Los indicios se limitan a un papel mecanografiado y sin firma – que menciona a altísimas autoridades del poder ejecutivo, a un operador del radicalismo y a senadores del peronismo y la UCR- y a los artículos periodísticos que relatan el revuelo que se armó a partir de los rumores.


Buenos Aires (ABA).- La Oficina Anticorrupción ya empezó su propia investigación de oficio sobre el supuesto pago de sobornos a varios senadores para que votaran la reforma laboral. Un miembro de la Oficina anunció a "Río Negro" que están mirando con lupa todas las notas periodísticas que se publicaron sobre la cuestión. Ayer por la tarde, la Oficina agregó un nuevo elemento: el paper anónimo que viene revolucionando el Senado desde el último martes. La Oficina - conviene recordarlo - tiene atribuciones para investigar sólo la actuación de los miembros del Poder Ejecutivo. Los senadores quedan fuera de su pesquisa.

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