Las «estrellas» del momento

El 40% de las categorías que conforman la canasta de alimentación, cosmética y limpieza ya superó los volúmenes de consumo del año 2001.

Según el informe de Latin Panel sobre la primera parte del año, entre las, que más aumentaron, el ranking está liderado por los amargos, que se consumen este año un 47% más que antes de la devaluación. Los siguen los rollos de cocina (42,7%), las tinturas (29,8%), las pastas (17,4%) y los lavavajillas (14,3%).

En el otro extremo, los jugos de soja, los jugos concentrados, las servilletas, otros aderezos (mostaza, salsa golf, ketchup), los productos congelados, los suavizantes para la ropa, las cervezas y los caldos se consumen entre un 42% y un 20% menos que antes de la devaluación, siendo todos ellos productos prescindibles por naturaleza.

Por otro lado, el 42% de las categorías, mantuvo su base de clientela de 2001, es decir que es comprado por la misma cantidad de hogares.

Mientras que el restante 58% de las categorías que componen la canasta básica de alimentos, cosmética y limpieza no logra recomponer su base de hogares compradores, con reducciones de hasta el 60% en el caso de jugos de soja respecto de 2001.

También perdieron penetración los jugos listos, los jugos concentrados, las servilletas, los congelados, las sopas, los cereales, los suavizantes y los snacks.

Sólo 6 categorías sí lograron incrementar la cantidad de hogares compradores este año versus 2001: entre ellas, amargos es la estrella.

Sin embargo, al comparar el consumo de este primer semestre con el del año pasado, surgen algunas tendencias:

• Empieza el retorno de los congelados al freezer de clase alta y media.

El volumen de consumo creció 10% en un año, aunque todavía les resta 23% de volumen vs. las épocas de 1 a 1.

• La canasta de limpieza del hogar muestra una recomposición desde hace 24 meses.

Aumenta el consumo de limpiadores (+17), las lavandinas (+11) y los lavavajillas (+2%), destacándose la vuelta de los limpiadores de pequeñas superficies.

Nota asociada: 'Primero me cuido y aseo, luego me alimento', ésta es la lógica de hoy del consumidor

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