Las heladeras gastan más que los aires acondicionados

Con el constante aumento de la tarifa de electricidad, el consumo de cada artefacto del hogar pasó a tener importancia en la economía familiar. Uno de los electrodomésticos fundamentales del que no se puede prescindir, es justamente el que más energía consume: la heladera.

Según una investigación realizada por especialistas del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) y de la Universidad Nacional de San Martín (Unsam), las heladeras representan un consumo energético del 24 por ciento a nivel residencial y del ocho por ciento a nivel país. El consumo es mayor que el de los aires acondicionados y la iluminación porque las heladeras permanecen encendidas las 24 horas del día los 365 días del año.

¿Se puede bajar ese consumo? El estudio, realizado sobre una muestra del Conurbano Bonaerense y la ciudad de Buenos Aires, indica los equipos nuevos tienen consumos hasta diez veces menores que los de hace tres décadas y casi un tercio de los que tienen 15 años de antigüedad.

No hay un dato exacto sobre el número de heladeras en funcionamiento en todo el país, pero se estima que alcanzan casi los 12 millones. Lo que sí detectó la muestra es que la mayoría de los hogares utiliza aparatos viejos, en muchos casos de entre diez y quince años de antigüedad. Es decir que el 65 por ciento de las heladeras tiene una eficiencia energética baja porque excede los 600 kilowatts hora al año (kWh/año).

“La muestra se hizo sobre 75 hogares. El resultado arroja que el cuartil que menos consume lo hace a un promedio de 351 kWh/año mientras que el cuartil de mayor consumo llega a los 1.905 kWh/año, lo que implica una diferencia de 1.554 kWh/año”, explicó Jorge Fiora, especialista en Transferencia de Calor y Materia del área Energía del INTI.

Antes del último aumento tarifario, esa diferencia implicaría en la ciudad de Neuquén pagar casi 4.000 pesos menos al año sólo por usar una heladera más moderna. A la hora de comparar el electrodoméstico el usuario debe fijarse en la etiqueta: las más eficientes energéticamente hablando están catalogadas como A+++.

Lee También

El etiquetado energético también es para viviendas

Fiora señaló que además de que los compresores de las heladeras nuevas son más eficientes, “a medida que pasa el tiempo los burletes y aislaciones del aparato comienzan a desgastarse, por lo que entra más calor, el motor trabaja más exigido y consume más energía”.

Basados en la muestra, los especialistas del INTI y la Unsam establecieron que 420 kWh/año es un consumo eficiente para una heladera. “Nuestro trabajo es ir estudiando estas cuestiones todo el tiempo. Tenemos un laboratorio donde se ensayan además aires acondicionados y otros artefactos. Ahora profundizaremos el estudio del consumo de heladeras calculando la apertura de la puerta que se realiza durante el año”, concluyó.

Establecido el notable ahorro energético que se puede producir en un hogar utilizando heladeras nuevas y eficientes, los especialistas que elaboraron el informe proponen que se impulse un plan canje para reemplazar aquellos aparatos más antiguos.

Jorge Fiora, del área Energía del INTI, aseguró que el potencial ahorro que se podría lograr con esa medida “sería del orden del 4,5 por ciento del consumo eléctrico total de la Argentina, es decir unos 5,7 teravatios-hora al año (TWh/año)”. Para dimensionarlo, indicó que esa energía “es comparable a la generación de una gran central eléctrica como Atucha II”.

Señaló que “cuando se pone dinero para comprar una heladera nueva es como si toda esa electricidad que se deja de consumir la hubiera generado el usuario” y precisó que “nosotros calculamos que el valor implícito de generación de esa electricidad que se ahorra es de unos 42 dólares el megavatio/hora”.

“Un programa de recambio de equipos produciría una mejora en la calidad de servicio de preservación de alimentos de las familias, reduciría el costo de sus facturas de electricidad, permitiría demorar las inversiones en expansión de redes, contribuiría a la mitigación de emisiones de gases de efecto invernadero y promovería la producción industrial”, concluyó Fiora.