Las lluvias están dejando las calles a la miseria

NEUQUÉN (AN).- Por las intensas lluvias de los últimos días, el área de Servicios Urbanos debió implementar un intenso operativo de reparación de arterias de ripio y asfaltadas. Los sectores más afectados fueron el oeste y el este, con baches de grandes dimensiones y calles de tierra prácticamente intransitables. Ya es una clásica postal de la ciudad, las calles con baches que se reparan y a los pocos días vuelven a convertirse en pozo. La antigüedad de la carpeta asfáltica, el intenso calor y las persistentes lluvias son el peor enemigo. Este verano, entre el calor que alcanzó temperaturas cercanas a los 40 grados y las continuas tormentas hicieron que los problemas afloraran por todos los sectores de la ciudad. Los barrios del oeste neuquino fueron los más afectados. El acceso a Valentina Norte Rural, las calles Crouzelles y Novela requirieron la pronta intervención de los equipos de Servicios Urbanos. Las calles de ripio se tornaron peligrosas por la gran acumulación de barro o por la proliferación de los conocidos “serruchos”. En las calles asfaltadas reaparecieron los antiguos baches y se formaron nuevos. Con la última lluvia la calle Catriel fue un curso de agua, que luego de la tormenta dejó en su intersección con avenida del Trabajador, sedimentos de barrio y piedras sobre la calzada. Panorama similar se percibió en el este de la ciudad, sobre todo en el barrio Confluencia.


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