Las mineras del Alto Valle apuntan a Brasil y España

Las expectativas están puestas en la comercialización de la bentonita.

ROCA (AR).- La actividad minera en el Alto Valle de Río Negro promete generar una buena rentabilidad durante este año. La base de las expectativas se genera en la comercialización de la bentonita en Brasil y España, ya que hace pocos días se firmaron nuevos contratos para la exportación.

Según los datos brindados por dos empresas roquenses, la venta de este mineral, que tienen como principal destino el mercado brasileño, provocó ganancias que rondan entre el 1,5 y los 2 millones de pesos con perspectivas de incrementarse en un 10 o 15 por ciento para el próximo año.

El encargado del área administrativa de la empresa José Cholino, Omar Fernández, manifestó a «Río Negro» que hace semanas se firmó un contrato por cinco años con un grupo brasileño por el cual tienen garantizada una compra mínima de 12.000 toneladas de bentonita anuales.

Las exportaciones a Brasil comenzaron en abril del año pasado, con una venta de 400 toneladas de bentonita por mes. «Como hubo un buen cumplimiento de la empresa en cuanto a calidad del mineral, actualmente exportamos casi 1.000 toneladas con perspectivas de llegar a las 1.500», señaló Fernández.

Esta empresa cuenta con yacimientos en 25 de Mayo (La Pampa), Catriel y Valcheta. En los dos primeros se extrae bentonita sódica que se destina a las petroleras, fundición, alimentos balanceados, decolorante, cosmetología, pinturas, entre otros rubros. En tanto, de la planta de Valcheta se extrae bentonita cálcica, cuyos fines son los detergentes, pastas y esmalte cerámico (ver infografía).

Sin embargo, la mirada de las mineras en el Alto Valle cruza el Océano Atlántico. La empresa Cholino tiene un convenio firmado con un grupo español con una garantía de 10.000 toneladas de compra mínima anuales. «Ahora estamos en un compás de espera en esta negociación como producto de la devaluación del euro frente al dólar, pero hay muchas posibilidades de concretar las exportaciones en poco tiempo», señaló Fernández.

Pero no todo es tan fácil. Los empresarios se quejan porque el gobierno argentino no genera mejores condiciones para exportar, sobre todo porque pone trabas impositivas y legales.

Una realidad distinta a la producción de bentonita es la de yeso, que no tuvo la misma suerte en las ventas dentro de los mercados internos. Ocurre que su comercialización recibió la influencia directa del parate en la construcción, uno de los sectores que más sintió los efectos de la recesión. En este sentido, Juan Carlos Torriggino, perteneciente a la firma Corral, indicó que en 1998 se vendieron alrededor de 40.000 toneladas mientras que en los últimos doce meses la comercialización del yeso alcanzó apenas las 25.000 toneladas.

Desde la delegación roquense de la Dirección de Minería señalaron que en el período comprendido entre enero y septiembre del presente año la comercialización de áridos, como ripio, arena y calcáreo, llegó a los 120.000 metros cúbicos, la de bentonita, destinada especialmente a la exportación, alcanzó las 12.000 toneladas y la de yeso las 125.000 toneladas. «Las cifras corresponden a lo que fue comercializado por las distintas empresas», señaló Stella Calmels a cargo la jurisdicción comprendida entre Catriel y Chichinales. Mientras, los datos correspondientes a los doce meses de 1999 indican que se vendieron 200.000 metros cúbicos de áridos, 25.000 toneladas de bentonita y 140.000 de yeso.

Consultada sobre el incremento en la venta de yeso a pesar de que los empresarios manifestaron que se redujo, la funcionaria respondió que «son situaciones particulares ya que distintas firmas extranjeras se interesaron en la extracción de este mineral en la zona de Allen».

Los nuevos productos

La caída en las ventas en el mercado interno de yeso destinado a la construcción obligó a los empresarios mineros a generar otras alternativas para ubicar este producto.

Por esta razón, la minera Corral inició un proceso de diversificación de los productos a través de la innovación de los que ya están colocados en el mercado.

«Estamos generando yeso proyectable con máquinas de alta presión, fraccionado y de tipo plástico. Es así que no dudamos en decir que la nuestra es una industria de alto riesgo porque continuamente estamos invirtiendo sin saber cuáles serán los resultados a largo plazo», señaló Torriggino.

Esta empresa, que fue una de las primeras del país en la extracción y comercialización de yeso, tiene sus principales puntos de colocación en Capital Federal y Buenos Aires, aunque cubren todo el sur argentino hasta Santa Fe.

Además, la minera exporta una importante cantidad de bentonita sódica – natural a Brasil, calculada en una cifra de 600 toneladas mensuales.

Por su parte, la firma José Cholino es productora de bentonita blanca para la industria cerámica. (AR)

El Código Minero, blanco de las críticas

Los distintos obstáculos que se interponen a la actividad minera, a pesar del enorme potencial que representa, fueron uno de los temas analizados en el Primer Encuentro Patagónico de Minería que se desarrolló en abril en Bariloche.

Los asistentes no dudaron en señalar que no se cumplen muchos de los beneficios otorgados por la Ley de Inversiones Minera, entre los que se encuentra la estabilidad fiscal durante 30 años. De acuerdo a lo señalado por los mineros, la norma está sujeta a las interpretaciones de turno, razón por la cual se dificulta el camino para las empresas establecidas y aleja a los posibles inversores.

Además, otro blanco de críticas fue el Código Minero, redactado en el siglo pasado, y que establece, entre otras cuestiones, un plazo de 300 días para realizar un descubrimiento y extracción, mientras que el promedio general actual mundial ronda los 10 años.

El empresario Juan Carlos Torriggino indicó que el gobierno pide grandes inversiones para controlar el impacto ambiental pero a cambio no otorga facilidades en el pago de los impuestos o el otorgamiento de créditos, necesarios para modernizar la producción.

«Evidentemente tenemos diferencias notables con respecto al resto del mundo que se manifiesta especialmente en el costo adicional que se debe pagar para sacar los productos a través del puerto, además de los gastos de flete que se deben afrontar como producto de las grandes distancias. A esto hay que sumar que los compradores extranjeros prefieren la materia prima y no los productos terminados», señaló Omar Fernández. (AR)

Un proyecto con los ojos puestos en el Japón

VILLA REGINA (AVR).- La posibilidad de exportar material granítico rionegrino al Japón, país que anualmente invierte 300 millones de dólares en la compra de este elemento para la construcción, cobró fuerza mediante un proyecto presentado ante el gobierno provincial y nacional.

La concreción del plan de la asesora de empresas Mónica Vicens demandará una inversión millonaria ya que comprende distintos aspectos relacionados con la explotación de granito y la realización de varias obras.

Por un lado, se necesitará un aporte de dos millones de pesos para la explotación de canteras, a lo que se suman la construcción de caminos y vías férreas para el traslado del material desde el lugar de extracción hasta el puerto de San Antonio Este. «La exploración y el muestreo del material demandará una inversión cercana a los 200.000 pesos, que podrán ser aportados por privados, aunque ya existen importantes avances para obtener los recursos del Fontar, Banco Nación y CFI», señaló Vicens.

El proyecto, que cuenta con un respaldo importante a partir de los acuerdos comerciales entre Argentina y Japón, preve la puesta en marcha de la extracción de pórfido en canteras ubicadas en el departamento Avellaneda.


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