Las nuevas medidas: «Tienen el visto bueno del Brasil y el FMI»

El viceministro de Economía, Daniel Marx, garantizó que el nuevo paquete de medidas cuenta con aval externo. Adelantó que se iniciará una serie de gestiones para promocionar y aclarar las iniciativas entre los inversores internacionales. Aseguró una mejora en las cuentas públicas.

El viceministro de Economía, Daniel Marx, afirmó ayer que el «Factor de empalme» que regirá para el sector externo tuvo una «recepción muy buena» por parte del gobierno de Brasil y del Fondo Monetario Internacional.

El funcionario del equipo económico aseguró además que si bien en el balance final el paquete de medidas promoverá «una mejora» sobre las cuentas públicas, esto alcanzará a una cifra que va a «ser menos de 600 millones de pesos».

En declaraciones a radio América, Marx afirmó que pese a no haberle dado «detalles» en las modificaciones en el tipo de cambio que regirá para el sector exportador e importador, «la recepción fue muy buena» por parte de las autoridades del gobierno de Brasil.

El viceministro aseguró que también «fue entendido el deseo (de la Argentina) de profundizar el Mercosur y avanzar en las negociaciones con el resto del mundo», propuestas que también serán presentadas en la próxima reunión del bloque en Asunción.

Marx aseguró que aunque medidas como el Factor de empalme «no estaba previsto (en el acuerdo suscripto con el FMI), esto ha sido conversado con ellos, porque están previstos en los objetivos de cumplimiento fiscal y de crecimiento, y en el sendero de la deuda».

Sobre las posibilidad de crecer a un ritmo del cinco por ciento, tal como lo anunció el propio Domingo Cavallo, Marx solo estimó que «están dadas todas las condiciones para que la Argentina retome una senda de crecimiento».

Aseguró que hoy estará en Nueva York el jefe de Asesores, Guillermo Mondino, para dar cuenta ante Wall Street de los detalles de las medidas anunciadas en las últimas horas.

Respecto a los cambios en el tipo de cambio para el comercio exterior, Marx afirmó que el Palacio de Hacienda «está terminando de definir» el alcance del denominado «factor de empalme o de convergencia» y estimó que «va a ser simple y expeditivo».

Este mecanismo, reveló el funcionario, «se va a manejar a través de las cuentas de la Aduana y del sistema bancario» y negó que esta iniciativa sirva para atenuar el efecto producido por la devaluación del real brasileño.

«Argentina sí sufrió algunos shock externos, que incluyen la fortaleza del dólar y la debilidad de otras monedas, pero esto es una mejorar el sistema de Convertibilidad», expresó.

Tranquilidad interna

En el ámbito del mercado interno, Marx aseguró que el régimen de un peso un dólar se mantiene, dado que «todos los contratos (plazos fijos y alquileres) siguen vigentes y no hay manera de alterarlos».

Aseguró que el Banco Central deberá «hacer los cálculos» del Factor de Empalme para el comercio externo y dijo que la Aduana «lo incorporará al Sistema María, que sirve para hacer las liquidaciones».

Por otra parte, en Brasil, los temores y las dudas de los analistas, que contrastan con el apoyo explícito del gobierno del presidente Fernando Cardoso, fueron reforzados por economistas argentinos, como Jorge Avila, del Centro de Estudios Macroeconómicos de Argentina (CEMA).

«Cavallo finalmente sucumbió a la tesis brasileña y, como ustedes, está convencido de que Argentina necesita devaluar» el peso, señaló Avila al diario Folha de Sao Paulo.

«Como no puede devaluar porque el país enloquecería, Cavallo hizo una devaluación fiscal y va a subsidiar a las exportaciones. Si el quiere ganar competitividad, debe abandonar esa mala idea que es el Mercosur, un bloque superproteccionista, y aliarse con EE.UU. y el Nafta», señaló Avila. (DyN/EFE)

La Aduana aplicará el factor empalme

El titular de la Dirección General de Aduanas, Eduardo Casullo, afirmó ayer que el valor que se empleará en el Factor de Empalme para las operaciones de comercio exterior será provisto por el Banco Central y aplicado por el organismo, a través del sistema informático María.

Casullo señaló que, con el objeto de poner en marcha la nueva medida, durante el día de ayer y también mañana se reunió con sus pares de la DGI para terminar de pulir la iniciativa por la cual se impondrá un tipo de cambio especial, que surgirá de la diferencia entre el dólar y el euro, para las exportaciones e importaciones.

«Estamos haciendo los ajustes entre los sectores intervinientes:por un lado, es el Banco Central el que va a ir fijando la tasa y por otro lado, la Aduana, con el Sistema María el que va a estar haciendo los cálculos» de todas las operaciones de comercio exterior, explicó el funcionario.

Asimismo, sostuvo que «el Banco Nación es el que va a llevar las cuentas y realizar las acreditaciones y los débitos correspondientes». Según lo expuesto por Casullo, el denominado Factor de Empalme, es «un costo o un recupero adicional que se aplica en el momento de que se ha cumplido con una exportación o importación». Para algunos economistas, es una devaluación promovida para aliviar la situación del sector externo, debido a que de esta forma los exportadores podrían acceder a un dólar de 1,08 pesos.

Uruguay trata de reaccionar para no perder mercado

El gobierno uruguayo anunció que estudia medidas para neutralizar la mejor competitividad en el comercio exterior que adquiere Argentina con la fijación de un tipo de cambio preferencial para las exportaciones, anunció el ministro de economía, Alberto Bensión.

El ministro fue muy reservado y sólo dijo que las decisiones «las estudia en conjunto» con el presidente Jorge Batlle.

La preocupación es por la posibilidad de que las medidas puedan perjudicar el ya debilitado mercado exterior uruguayo, ya que ambos países tienen sectores exportables similares.

La devaluación preferencial dispuesta por el gobierno argentino obligará a Uruguay a adoptar medidas similares u otras que beneficien al comercio exportador, según destacaron las fuentes consultadas por la agencia EFE.

Temor del sector cárnico

Por su parte, el presidente del Instituto Nacional de Carnes (INAC), Roberto Vázquez Platero, dijo que en aquellos productos con los que se compite con Argentina «quedan nuestras exportaciones en una posición desventajosa».

En la carne las medidas de Argentina dificultan la competencia en mercados como Israel, el tercer importador en cifras de Uruguay, que compra el 15 por ciento del total.

El sábado, el presidente Batlle recibió a su colega argentino Fernando De la Rúa, quien le informó sobre el alcance de las nuevas medidas económicas, en una reunión en la que participaron los ministros de Economía y de Relaciones Exteriores de ambos países.

Tras esa reunión, el canciller uruguayo, Didier Opertti, dijo que las medidas argentinas no afectaban al Mercosur. No obstante, aclaró que era necesario contrarrestar la protección de «determinados sectores productivos» y de que Uruguay no tenga que «hacer algo propio» para ser más competitivo en el comercio con el resto del mundo.

«Lo que hace Argentina es proteger determinados sectores de su industria y yo no sé si tenemos que hacer el efecto espejo, pero sí tenemos que hacer algo a nuestra medida», añadió. (EFE)


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