Las nuevas viviendas sociales de Bariloche serán departamentos
El municipio cambia el eje de la política habitacional. Quieren evitar los loteos enormes y alejados, y se dejará de edificar casas individuales.
POLÍTICA HABITACIONAL
El gobierno municipal decidió cambiar el paradigma de expansión de los barrios sociales y busca terrenos habitables dentro de la trama urbana. El propósito es evitar los problemas de planificación y de adaptación familiar que se derivan de los loteos enormes y demasiado alejados del centro.
En los últimos años la tendencia fue a localizar planes habitacionales del IPPV y otros promovidos por el municipio con cooperativas y sindicatos sobre parcelas de decenas de hectáreas y más allá de los últimos barrios existentes.
Allí la tierra es algo más barata, pero ese ahorro se contrapone con el alto costo de llevar los servicios y de los trastornos que significan para los nuevos propietarios en materia de transporte y trabajo, según evaluaron los planificadores del actual gobierno.
El propio intendente Gustavo Gennuso ya había anticipado en su discurso de apertura del año legislativo la intención de buscar soluciones habitacionales “en sectores centrales de la trama urbana”.
Este diario pidió más precisiones sobre esa idea y la explicación es que el área que priorizan está comprendida entre la calle Esandi al este, el kilómetro 13 hacia el oeste, el casco céntrico y los barrios más poblados del sur.
La presidente del Instituto Municipal de Tierra y Vivienda, Laura Zannoni, explicó que trabajan en proyectos que se salen de la típica casa individual en lotes unitarios y la reemplazarian por módulos en “dúplex” y departamentos en 2 y 3 pisos, pero con el cuidado de no repetir errores como los monoblocks hiperpoblados del barrio Levalle, que generaron serios problemas de convivencia.
El subsecretario de planeamiento Urbano Pablo Bullaude dijo que ya tienen identificados “lugares públicos y privados” dentro de la zona delimitada y aseguró que completar esos espacios libres en los barrios ya existentes es una propuesta de hábitat integral superadora.
Refirió que se trataría de desarrollos con “mayor densidad” de ocupación que en los loteos periféricos.
En contra de lo que algunos suponen, señaló que “hay en el centro tierra fiscal, en superficies de 1 ó 2 hectáreas, bajo la forma de reserva fiscal o de dominio privado municipal”, que serviría para asentar a familias demandantes de vivienda.
Bullaude aclaró sin embargo que lo piensan como un aprovechamiento con “usos mixtos” y no solamente para vivienda, sino para ubicar comercios, equipamiento urbano, polos de servicios y espacios recreativos.
Otra de las variantes previstas sería “la asociación público/privado”, en la que el particular aporta la tierra y el Estado le autoriza la construcción de viviendas con un factor de ocupación mayor a cambio de que tengan destino social.
Bullaude dijo que el precio de la tierra no es determinante porque “representa el 15 ó el 20% del valor de la propiedad”. Señaló que crear nuevos barrios a más de 10 kilómetros de la zona céntrica genera sobrecostos que no fueron evaluados suficientemente en experiencias anteriores.
“Vivienda digna no es solamente techo. Es conectividad, salud, escuela cerca, opciones de trabajo”, explicó.
Zannoni dijo que trabajan sobre el concepto de “hábitat social” más que el de vivienda. Dijo que otra posibilidad en estudio es promover el “alquiler social con opción a compra”, como ya funciona en Italia y en Inglaterra, orientado a inmuebles abandonados y con un subsidio del Estado.
Bullaude insistió en que “la idea es consolidar y no expandir” el mapa de Bariloche y que para avanzar en esa línea “ayudaría tener la ciudad más planificada”. Por eso trabajan en nuevos planes de desarrollo que la dividen el ejido en tres sectores a fin de reemplazar a los dos códigos urbanos ya existentes, “que además se contradicen”.
En relación con los proyectos de hábitat dentro de la trama urbana señaló también que “la intención política es hacerlo en conjunto con la provincia”.
DeBariloche
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