Las piletas municipales, una opción del verano

La margen norte del río Negro también tiene sus atractivos. Desde que no funciona la balsa son muchos los que optan quedarse de este lado y aprovechar las cuantiosas hectáreas de la Isla Jordán para realizar actividades recreativas. Se suma que este será el tercer año consecutivo que se habilitará la pileta municipal, que se construyó para superar la falta de un balneario en la ciudad a raíz de la contaminación del río.

La pileta fue pensada y construida durante la gestión del exintendente Abel Baratti. Se inauguró en diciembre de 2014 y durante ese verano la entrada fue gratuita. El intendente Aníbal Tortoriello modificó esta condición y fijó un ingreso de 15 pesos para cubrir parte del costo de mantenimiento.

La inversión demandó en ese momento unos 14 millones de pesos. El predio cuenta con vestuarios, una sala de máquinas y una pileta de 12 por 6 metros para los niños. La piscina principal, de medidas olímpicas, tiene 50 por 25 metros y requirió para su llenado 1.504.250 litros de agua.

El complejo tiene también una sala de guardavidas, sala de médico y asistencia médica, administración, depósito, sanitarios externos y 21.500 metros cuadrados de área parquizada e iluminada.

En enero del año pasado ingresaron al predio unas 1.500 personas, incluyendo los niños y adultos mayores de las colonias de verano que organiza la municipalidad.

Actualmente, se está reacondicionando el predio para el verano. También se están pensando una serie de modificaciones para facilitar el acceso de la gente, sobre todo en lo que tiene que ver con la revisación médica. Uno de las dificultades que se observaron fueron las largas colas que debían hacer los bañistas para obtener el certificado de buena salud. Este año, según explicaron desde el Municipio, se estudia habilitar una sede de control en el casco céntrico para minimizar las demoras para poder ingresar al natatorio.

Pero en el predio de la Isla hay mucho más para hacer y es común ver a las familias utilizar los senderos para caminar, acercarse al río para jugar y apreciar el paisaje de meseta, hacer un picadito de fútbol o simplemente pasar una jornada agradable.