Las razones del retardo del plan nacional

BUENOS AIRES (ABA).- En medio de versiones alarmistas sobre el estado de salud del presidente, el ministro de Justicia Gustavo Beliz y el secretario del área Norberto Quantín, dejaron trascender ayer que «está encarpetado desde hace 10 días» el plan nacional de seguridad que se encuentra en gestación desde varios meses atrás.

El plan tuvo distintas postergaciones. En un caso motivada por la grave crisis registrada en la provincia de Buenos Aires: Néstor Kirchner no quería que su programa fuese lanzado en una coyuntura dominada por el cruel asesinato de Axel Blumberg, ya que podría pasar desapercibido.

Además, el jefe de Estado recomendó a Beliz la realización de consultas a distintas organizaciones sociales, para que el gobierno no quede mal parado en un tema tan sensible para la población.

La iniciativa que espera la vuelta de Kirchner de Río Gallegos, prevé un cambio en la Ley de Seguridad Interior, que pasará por decisiones del Ejecutivo -a través de decretos – y del Congreso. Será necesario articular políticas con las provincias.

Un capítulo especial contempla la creación de un cuerpo especial entre fuerzas federales y provinciales, articuladas por la Secretaría de Inteligencia del Estado (SIDE), que pondrá el foco en los secuestros extorsivos y en el narcotráfico.

Desde su asunción, el 25 de mayo de 2003, Kirchner ha convertido a la SIDE en una pieza fundamental para el esclarecimiento de los hechos delictivos más resonantes. El patagónico ordenó perfeccionar este mecanismo y autorizó destinar al plan unos 150 millones de pesos. De allí que desechó el pedido hecho llegar por el gobernador Felipe Solá, para que lo ayude con mil millones de pesos, calculados solo a la prevención en la provincia de Buenos Aires.

La llegada de León Arslanian al Ministerio de Seguridad bonaerense se hizo de la mano del ex presidente Eduardo Duhalde, pero contó con el aval de Kirchner, quien lo recibió durante una hora y media en la Rosada, la semana pasada.

Arslanian deberá entenderse con Beliz para que las acciones de seguridad sean realmente preventivas. El primero venía haciendo aportes en materia de justicia y siempre mantuvo una muy buena relación con Kirchner, quien empero no ocultó sus preferencias por Marcelo Saín.

Arslanian está decidido a desplegar una táctica dura con la policía. Eliminará otra vez la figura de jefe de la repartición y le dará mucha relevancia a los foros ciudadanos, en las ciudades, con el propósito de darles mayor control sobre la fuerza y el comisario zonal.

Y mientras sigue adelante con las purgas, dará estructura a un cuerpo para el conurbano, con una inédita academia policial y nuevos hombres.

La puesta en marcha del Plan llevará todavía algún tiempo.

Y el Presidente, que es un obsesivo, reclama que siga adelante la depuración de los elementos indeseables. Esto mismo lo había machacado sin éxito ante Solá, porque en su despacho tiene un informe de la SIDE que podría conducir al fin de su carrera a varios capitostes de la Policía Federal.

En la Rosada están convencidos de que hay una conexión mafiosa entre personal de la bonaerense y la federal, para consumar secuestros y «liberar» zonas.

Algo de esto está saliendo a la luz por estas horas con la detención de un subcomisario de la seccional 23, de la ciudad de Buenos Aires, conectado con el secuestro y la muerte de Axel Blumberg. La investigación sigue su curso y promete más novedades.

Nota asociada: Las FF. AA. darán apoyo técnico a Solá para combatir la delincuencia  


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